Los estudiantes de la Universidad de Málaga (UMA) siguen sumidos en la incertidumbre respecto a las becas Erasmus a solo unas semanas de empezar las clases. Desde su inicio, la pandemia de Covid-19 ha afectado de forma negativa a las actividades en marcha o previstas en el marco del programa Erasmus+ y, hasta el momento, aún no se han disipado las dudas sobre qué pasará en el curso que se avecina. La plataforma Educaweb recoge que apenas el 25% del alumnado había decidido cancelar su Erasmus al empezar la pandemia, según datos del estudio Student Exchanges in Times of Crisis. Research report on the impact of COVID-19 on student exchanges in Europe (2020), elaborado del 19 al 30 de marzo por la Red de Estudiantes Erasmus. Sin embargo, conforme la crisis ha ido avanzando esta cifra también ha ido en aumento.

En la UMA hay estudiantes que han preferido desistir del intercambio y otros que todavía están dispuestos a realizarlo. Un ejemplo de esto último es Miguel Ángel Hijonosa, estudiante de cuarto año de Magisterio Bilingüe, cuyo Erasmus sigue en pie para el primer cuatrimestre de este próximo curso. Según cuenta, había mucha incertidumbre al principio, sobre todo cuando empezó la cuarentena, pero su universidad de destino en República Checa le ha animado a irse al asegurar que las condiciones de seguridad ante el coronavirus son mejores que en España.

Al llegar al país, Hijonosa detalla que tendrá que hacerse una prueba PCR y entrar en cuarentena y, en el caso de que dé negativo, será sometido a otra PCR tras diez días para confirmar el resultado. Respecto a las clases, indica que todavía no se le ha comunicado nada al respecto, pero confía en que sean presenciales. «No me lo han confirmado, pero tampoco me han dicho lo contrario», comenta.

La incógnita sigue sin despejarse y, en muchos casos, lo que se plantea son posibles escenarios. Elizabeth Figueroa Vilchez, que cursa Filología Hispánica, explica que su universidad de destino en Reino Unido le informó en mayo de que se suspendían las clases presenciales del primer semestre y tampoco se garantizaba que el segundo semestre fuera a ser presencial. «Me dieron la opción de guardar mi plaza para el siguiente curso o hacer este online. Es algo decepcionante, pero me lo esperaba. Lo peor es que este es el último año en el que me podría ir Erasmus», relata.

La gestión del Covid-19 en Reino Unido y las opciones otorgadas por parte de la University of Southampton no convencieron a la joven, que a principios de julio presentó su renuncia al intercambio en una de las oficinas del Registro General de la Universidad de Málaga. Figueroa destaca que, debido a la situación actual, no hay ninguna penalización por rechazar la beca.

El caso de Arturo Marín Blanco, alumno de tercer año de Publicidad y Relaciones Públicas, es similar: «Yo solicité el Erasmus a Coventry (Reino Unido), pero con la pandemia me vi obligado a renunciar a ello, sobre todo porque no tenía muchas esperanzas de que la situación fuera mejorar». Debido a que no reside en Málaga, el estudiante señala que envió una carta certificada a la UMA comunicando su decisión.

María Espino también cursa Publicidad y Relaciones Públicas. Su destino era Bélgica e incluso ya tenía plaza reservada en una residencia, pero el aumento de casos de coronavirus y el panorama incierto respecto al desarrollo del intercambio le han forzado a cambiar sus planes. «Yo decidí cancelarlo por miedo ya que tengo asma. Así que me hice la firma digital para rechazar el Erasmus en la plataforma de la Universidad de Málaga hace prácticamente un mes y me han respondido esta semana. Me han dicho que habían recibido mi mensaje, pero que estaban saturados debido al volumen de renuncias, por lo que yo tendría que hablar con mi universidad de destino para informar de que no iré», describe.

La situación de incertidumbre ha perjudicado a Espino, que ha esperado casi hasta el último momento para cancelar la reserva de plaza en la residencia y, en consecuencia, ha perdido parte de la fianza. Además, ha tenido que buscar alojamiento en Málaga a toda prisa para poder realizar su tercer año de carrera en la UMA, ya que es procedente de Gran Canaria. «Encontrar piso a estas alturas es una locura y, como pensaba vivir en Bélgica, no tenía nada», subraya.

Los estudiantes reconocen que tanto la Universidad de Málaga como las universidades de destino no han dejado muy claro cómo proceder. Este periódico se ha puesto en contacto con la UMA, pero han indicado que todavía no disponen de datos.

Comisión Europea

La Comisión Europea, responsable del desarrollo del programa Erasmus+, asegura en su página web que «seguirá adaptando su respuesta a la evolución de esta situación sin precedentes, y en caso necesario, clarificará y simplificará los procedimientos en cooperación con las Agencias Nacionales de Erasmus+ y la Agencia Ejecutiva en el ámbito Educativo, Audiovisual y Cultural (EACEA)».

En esta línea, el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE), impulsado por el Ministerio de Universidades, recoge actualizaciones sobre la gestión del programa Erasmus+ en un comunicado del día 13 de julio. El documento detalla las medidas para adaptarse a las circunstancias actuales basándose en las indicaciones proporcionadas por la Comisión Europea. Entre ellas, se brinda una mayor flexibilidad a los beneficiarios para alcanzar los objetivos de sus proyectos en un período más largo o se anima a explorar la posibilidad de llevar a cabo las actividades de manera virtual.