La confluencia de Podemos e Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Málaga se marca como principal objetivo para el nuevo curso político «trabajar para exigir la elaboración de unos presupuestos municipales acordes con la situación de emergencia social, económica y sanitaria que vive la ciudad, inmersa en las consecuencias de la pandemia de Covid-19».

El concejal portavoz de la coalición de izquierdas, Eduardo Zorrilla, realizó un balance negativo de la gestión del alcalde, Francisco de la Torre, caracterizada por «ser continuista en las políticas e incapaz de resolver los problemas cotidianos de la gente. El alcalde está cada vez más fuera de la realidad y anclado en otros tiempos. Y es que está reeditando los modelos especulativos del ladrillazo, favoreciendo los intereses económicos de una minoría en contra del interés general, ahí tenemos como ejemplo reciente el proyecto de las grandes torres en los antiguos terrenos de Repsol, en lugar del gran bosque urbano que reivindica la ciudadanía, o los problemas que se están viviendo en el centro y que responden a un modelo de ciudad fallido, por el que ha convertido al centro en un escaparate turístico y se ha abandonado a los barrios. De la Torre es incapaz de abordar la falta de vivienda, empleo, limpieza, equipamientos en los barrios o avanzar en hacia una movilidad sostenible». Zorrilla consideró que el alcalde «está en otro planeta, preocupado por las luces de Navidad, pensando en contrataciones galácticas, como el sueldo de 110.000 euros para el nuevo gerente de la empresa de la empresa municipal de limpieza, en contratar más cargos de confianza, cuatro nuevos en la última semana, y la nómina suma y sigue. Parece que el alcalde no es consciente de la gravedad de la situación que se está viviendo en Málaga». La portavoz adjunta, Paqui Macías, lamentó que «mientras el equipo de gobierno está entretenido en fuegos internos, la ciudadanía sufre las consecuencias».