Como cada año, mientras los comercios pregonan en sus escaparates la ‘vuelta al cole’, los políticos se hacen ‘autopropaganda’ y recuerdan que también les toca iniciar un nuevo curso. El rodillo contra la sigla antagónica como rutina y las pugnas internas afloran pese a que la pandemia reclama otras prioridades. La vuelta al tajo reedita un ‘cuerpo a cuerpo’ entre PP y PSOE a la vez que muestra temblores en Cs, primarias en Vox y amor entre Podemos e IU. Minorías activas como Juan Cassá, los ‘teresistas’ o Más País no se pierden de vista.

PP

El inicio del nuevo curso político hubiese sido muy distinto para el PP si, durante el verano, no hubiese dejado atada la estabilidad de sus gobiernos en el Ayuntamiento de Málaga y la Diputación con el ‘fichaje’ de Juan Cassá. Con una relación bastante deteriorada con Cs en tierras malagueñas, el partido que preside Elías Bendodo seguirá imponiendo su fuerza sobre la debilidad de su socio, aunque en la Casona del Parque las cuentas están más estrechas. Buena parte de la labor, y a la vista está todo lo que se ha movilizado a los alcaldes para frenar el decreto que afectaba a los ahorros municipales, también se la lleva la fiscalización de la labor de Pedro Sánchez y su impacto en la provincia. Además, se intuye que el diputado Pablo Montesinos perderá algo de protagonismo en beneficio de Carolina España y Mario Cortés. Mientras tanto, tampoco se permanece ajeno a esos ecos del pasado que regresan a Bárcenas.

PSOE

Al igual que los populares están encima de cualquier movimiento del Gobierno de España, los socialistas malagueños están al acecho de la gestión de la Junta de Andalucía, con todo lo que ello implica ahora mismo en materia educativa y sanitaria. Por otro lado, si hace unos meses pasaba por la mente socialista contar para el nuevo curso con la alcaldía de la capital malagueña y el apoyo de Juan Cassá, esta posibilidad se esfumó y es algo que, de algún modo, atormenta o alimenta cruzadas poco consistentes contra el transfuguismo. Además, a nivel interno se aparenta cierto acuerdo de ‘paz y amor’ entre ‘susanistas’ y ‘sanchistas’ sin olvidar que 2021 es año de congreso.

Ciudadanos

El dicho de ‘le crecen hasta los enanos’ ilustra el momento actual de Ciudadanos Málaga. El daño que provocó la marcha de Juan Cassá en el rol del partido naranja en los gobiernos del Ayuntamiento de Málaga y la Diputación es patente. Y, además, el culebrón ha saltado a la página de sucesos con la detención por presunto acoso telefónico a Cassá de José Luis Paradas, quien precisamente entró en el Consejo General tras la exclusión del órgano nacional que fue usada por el asturiano como detonante. A ello se une el reciente cese como directora de Empleo de la Diputación de Gema Palomo, que mientras afrontaba la polémica por su positivo en Covid-19 aún mantenía en su cuenta de Twitter el cartel de las elecciones municipales en el que se leía ‘Juan Cassá alcalde’. Ya lo ha borrado. Qué cosas. Mientras tanto, la posibilidad de tensar la cuerda con apoyos al PSOE se contradice con la cercanía al PP mostrada por Juan Marín en los últimos cambios del Gobierno andaluz.

Vox

Pese a que carece de representación en el Ayuntamiento de Málaga capital o en la Diputación Provincial, su principal arma reside en los resultados de las Elecciones Generales del 10-N que rozaron el empate con el PP como segunda fuerza de la provincia. Ahora bien, el clima interno de Vox Málaga es otro cantar. Las constantes dimisiones de cargos intermedios y la pérdida de afiliados están a la orden del día. Es lo que más le reprochan al presidente provincial, José Enrique Lara, sus contrincantes en las primarias que se celebrarán el 24 de septiembre. Aunque en un principio aparecieron cuatro rivales con la intención de frenar su reelección, la retirada de la candidatura de Martín Ortega y el proceso de recogida de avales ya concluido han hecho las primeras cribas.

Podemos

La situación de Podemos en Málaga parte de la peculiaridad de que, tras la fuga ‘teresista’ a la que se encomendó su anterior coordinador provincial, aún carece de órgano directivo en la provincia. La inclusión de la edil Paqui Macías en la dirección nacional y los galones regionales que para su compañero en el Ayuntamiento de Málaga, Nico Sguiglia, admite la nueva coordinadora de Podemos Andalucía, Martina Velarde, dejan claro en manos de quienes está el control. Es más, el poder del ‘exteresista’ e impopular Sguiglia es cada vez mayor mientras él se ciñe al ‘trabajo que no se ve’. La novedad más reciente es la visita del pasado lunes de Velarde y de la portavoz adjunta de Unidas Podemos en el Congreso, Sofía Castañón. Ambas acudieron invitadas por la noche a la gala de los Premios Max en el Teatro Cervantes. Ya se sabe que, si no hay entradas para todos, siempre está el concejal de turno para conseguirlas. Pero antes, por la mañana, publicitaron una reunión con Marea Blanca con la consiguiente rueda de prensa. Lo llamativo es que, según se aprecia en la fotografía de rigor, al encuentro solo asistió una integrante de esta ‘marea’, Francisca Luque, que además es militante de Podemos. En cambio, la mesa de la sede del partido está plagada de cargos públicos , ‘liberados’ y dirigentes morados. Esto no ha sentado bien en el seno de la plataforma que defiende la sanidad pública, pues entienden que se ha usado como puesta en escena y no es una reunión con Marea Blanca en su conjunto.

Izquierda Unida

Que IU y Podemos van de la mano y hablan el mismo idioma no es nuevo. Además, la formación más veterana se está echando sobre sus espaldas la pelea contra Teresa Rodríguez a cuenta de Adelante Andalucía. En sus propias notas de prensa, usa cada vez que es posible ‘IU y Podemos’ en el titular en lugar de Adelante. Además, el coordinador provincial Guzmán Ahumada no le hace ascos al rol de boxeador en el combate y hasta el coordinador regional, el malagueño Toni Valero, interviene si es necesario. Él mismo reaccionó a la ocultación del contagio comunitario de Málaga para adelantarse a un parlamentario ‘teresista’.

Sector ‘teresista’

La minoría afín a la excoordinadora regional de Podemos, Teresa Rodríguez, cuenta en la provincia con el excoordinador provincial de la formación morada, Alejandro Serrato, y la parlamentaria andaluza Vanessa García como principales portavoces. Inmersos en plena batalla contra Izquierda Unida y Podemos, se han aferrado al uso de la marca Adelante que fue empleada para la confluencia electoral a nivel regional y municipal. Puede que vean en ella el nombre que les garantice cierto rédito electoral tras la construcción de «un nuevo sujeto político andaluz» en el que trabajan Anticapitalistas, Izquierda Andalucista y Primavera Andaluza.

Más País

Puestos a ajustar la cuenta de los partidos en los que se ha desgajado el jarrón de porcelana de la izquierda, no debe perderse de vista a Más País. Tras la lista que confeccionó con prisas y ‘paracas’ para el 10-N, su entonces número 3 al Congreso de los Diputados, Rosario Luque, se quedó al frente de la formación errejonista en la provincia como portavoz. La política esteponera se encarga ahora junto a la sevillana Esperanza Gómez -ambas en calidad de coportavoces interinas- de liderar la puesta en marcha de la asamblea constituyente de Más País Andalucía, cuyo proceso de debate online ya se ha abierto y continuará a principios de octubre con la presentación de candidaturas.

‘Partido Juan Cassá’

¿Existe el Partido No Adscrito Juan Cassá? A juzgar por toda la tinta derramada por el ex de Ciudadanos, sí. De momento, da la sensación que su sede es la cuenta de Twitter del político, que se limita a difundir los logros de la Diputación y de su presidente, Francisco Salado, que al fin al cabo es quien lo tiene en nómina.Respecto a las amenazas sufridas, es su esposa la que interviene en redes.