En los primeros meses de confinamiento, el aluvión de contagiados con un virus del que poco se sabía saturó rápidamente las estructuras sanitarias, de manera que ciertos servicios básicos de salud tuvieron que priorizarse o interrumpirse temporalmente, entre ellos, el calendario de vacunación.

A finales de marzo, el Ministerio de Sanidad aclaró qué vacunas eran prioritarias; las incluidas en el calendario vacunal hasta los 15 meses, las dosis indicadas para mujeres embarazadas y las inoculaciones recetadas a ciudadanos incluidos en grupos de riesgo.

«En marzo y abril, se comprobó que hubo un descenso [de la vacunación infantil]. Se había priorizado acudir a los centros de salud nada más que a los menores de 15 meses, incluso esos tampoco acudían por varias razones», explica Francisco Álvarez, coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría. «El centro de salud podía estar afectado porque el pediatra o la enfermera habían adquirido coronavirus y entonces había que derivarlo a otro sitio y, por otro lado, por el miedo de la población de acudir a los centros de salud a vacunarse».

En Andalucía, las vacunaciones infantiles cayeron hasta un 25%, algo más moderado en la población más pequeña, en torno a los 12 meses, con un descenso del 10%. «Adolescentes y adultos es que no se vacunaron durante esa época, bajó del todo», añade David Moreno, director del Plan de Vacunación de Andalucía.

Ante estas caídas, que también afectaban al resto de comunidades, como Madrid, Murcia o Valencia, la Asociación Española de Pediatría hizo un llamamiento para que se corrigieran estas demoras lo antes posible: «Para evitar que puedan reaparecer enfermedades como sarampión o la meningitis», subraya el doctor Álvarez, que además recuerda que las vacunas siempre pueden recuperarse después de la edad indicada: «Lo que no puede ser es que quede sin poner. No hay ningún problema si las administras posteriormente, lo que muchas veces no puede pasar es que se ponga antes de la edad en la que está recomendada».

Colapso en las vacunaciones

Durante los meses de verano, las familias han acudido a los centros de salud para actualizar el calendario de vacunación de sus hijos y corregir el retraso en las dosis, lo que también ha generado situaciones de saturación y agendas desbordadas.

«En verano sabemos que los centros de salud han estado vacunando a destajo, no tenían incluso hueco para las vacunas, estaban bastante colapsadas las consultas de vacunas porque había muchas familias queriendo actualizar el calendario vacunal de sus niños», afirma David Moreno. «Los profesionales están trabajando a destajo para recuperar esa cobertura».

En cuanto a las vacunas en población algo más mayor que quedaron pendientes a causa del estado de alarma, como la del papiloma humano, suministrada a niñas de 12 años, o las del neumococo, para personas de 65 y 66 años, el doctor Moreno asegura que se están retomando: «Se ha estado llamando por teléfono a las familias que no habían llevado a sus niñas a vacunarlas del papiloma y sobre todo personas con factores de riesgo que tenían que vacunarse de neumococo».

De manera que con un calendario de vacunación en vías de actualizarse y a las puertas de la vacunación de la gripe, el director del Plan de Vacunas de Andalucía solicita a las familias que solucionen sus vacunas pendientes lo antes posible:

«Niños, adolescentes y adultos que tienen que vacunarse que aprovechen estos días para ponerse al día lo antes posible. Después va a ser más difícil».