La posible convivencia de la gripe y la Covid-19 en la segunda ola de la pandemia tendría graves consecuencias para un sistema sanitario ya de por sí saturado tras seis meses en primera línea.

El Ministerio de Sanidad junto a las comunidades autónomas acordaron adelantar la campaña de vacunación de la gripe a la primera quincena de octubre y asegurar la inyección para los colectivos más vulnerables ante el SARS-COV-2. El consejero de Salud andaluz, Jesús Aguirre, ya detalló que los cuatro puntos cardinales de la campaña de vacunación serán los mayores de 65 años y población de riesgo mayor de seis meses -para quienes será obligatorio-, embarazadas y profesionales esenciales. De manera que garantizar el blindaje de los grupos de riesgo ante la gripe es más relevante que nunca y los objetivos son mucho más altos: más candidatos y mayor cobertura vacunal, en torno al 75%, según las expectativas de Sanidad.

En el caso de Málaga, la Junta administrará cerca de 400.000 dosis de la vacuna de la gripe, prácticamente el doble que el año pasado, cuando se recibieron unas 218.000 unidades. A nivel andaluz, la Consejería de Salud cuenta con cerca de tres millones de dosis, frente a las 1.350.000 de la anterior campaña.

Instalación de carpas

La campaña de vacunación es otra tarea asignada a la Atención Primaria, un área asistencial que soporta desde hace meses una sobrecarga de trabajo cercana al colapso.

Además de tratar de mantener el seguimiento de los pacientes, las consultas telefónicas, la enfermería, la fisioterapia… junto a la realización de pruebas PCR y el rastreo de casos, los ambulatorios también están inmersos en la recuperación del calendario de vacunación infantil, con demoras que corregir desde los meses del estado de alarma.

«Vamos a intentar desatascar y que no se colapsen las consultas de vacunas, porque este año tenemos que vacunar incluso más que otros años, de alguna forma tenemos que hacer algún esfuerzo extra», explica a La Opinión de Málaga, David Moreno, director del Plan de Vacunas de Andalucía y pediatra en el Hospital Materno Infantil de Málaga.

«Queremos que la gente no entre a los centros de salud si están sanos y lo que quieren es vacunarse». Con la idea de evitar concentración de personas a la espera de la vacuna en los ambulatorios, Moreno explica que «se va a vacunar fuera todo lo que se pueda» y anuncia que se prevé la instalación de carpas en zonas exteriores: «Y de esa forma liberar a los centros de salud, que ya están colapsados de por sí con el tema del Covid». Todo ello en colaboración con los ayuntamientos, diputaciones y delegaciones de salud.

Por otro lado, los ancianos internos en residencias serán vacunados en sus propios centros, de manera que no tendrán que desplazarse para recibir las dosis. De igual forma, los trabajadores esenciales recibirán la inyección en sus espacios de trabajo.

Vacuna de Oxford

Pese a que el consejero de Salud anunció a principios de septiembre que Andalucía recibiría a finales de año o principios de 2021 un primer cargamento de entre 250.000 y 300.000 dosis de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca, el director del Plan de Vacunas de Andalucía aboga por la cautela y prefiere no dar fechas.

«No sabemos nada, es complicado cumplir esos plazos. Vaticinar fechas en ensayos clínicos como este que todo se mira con lupa... hace que se ralentice más todavía», aclara Moreno. «No podemos dar fechas y no podemos confirmar la de finales de 2020. A lo largo de 2021 imaginamos que llegarán las primeras dosis y esperamos que sea así».