La Asociación Arrabal-AID realizó un estudio, entre el 14 de marzo y el 14 de mayo de este año, sobre la repercusión sociolaboral de la crisis del coronavirus en las personas atendidas por la entidad. Durante los 60 primeros días desde que se decretó el estado de alarma en España, el citado informe refleja que la población que se encuentra por debajo del umbral de la pobreza aumentó un 7,9%, hasta alcanzar un 85%.

Arrabal-AID alerta sobre el incremento de la vulnerabilidad social. «Muchas personas se encuentran por primera vez en esta situación. Se trata de gente que tiene trabajos precarios, que ha perdido el empleo o que ya ha cobrado la prestación que le correspondía y ahora se ve abocada a pedir auxilio», señala el responsable de la atención de dichas personas en la entidad, Julio García.

Se desprenden datos sociolaborales muy llamativos, así como preocupantes, del informe sobre el impacto de la crisis del Covid-19 en la población destinataria de los programas y servicios de Arrabal-AID. Antes del decreto del estado de alarma, la asociación ya orientaba su atención a personas en situación de desempleo y vulnerabilidad social, pero las circunstancias se han agravado notoriamente.

En momentos previos al confinamiento, el porcentaje de personas desempleadas se situaba en 73,19%, pero, en 60 días, la cifra ha subido hasta un 80,41%, según los datos de Arrabal-AID. Un 21,3% de las personas entrevistadas por la entidad manifiesta no percibir ningún ingreso en su unidad familiar. De este porcentaje, el 40,3% tiene menores de 14 años a cargo, lo que permite intuir también pobreza infantil.

Todo ello provocó un ascenso de la percepción de ayudas sociales y del número de solicitudes hasta la fecha en que el estudio fue realizado. Previo al confinamiento, el porcentaje de personas que no recibían ningún tipo de ayuda era del 70,1%, mientras que entre el 14 de marzo y el 14 de mayo, la cifra descendió hasta un 53,6%. Así, un 34,7% de la población encuestada percibe ayudas sociales a través del sistema público (aumento del 15,15% en 60 días).

Sin embargo, el informe arroja que un 11,34% de las personas entrevistadas seguía pendiente de atención por parte de la administración pública, no habiendo obtenido respuesta a la solicitud de ayudas sociales.

El estudio ofrece una representación de la compleja situación actual y del desmejoramiento de la calidad de vida de las personas atendidas por Arrabal-AID, por lo que la entidad asegura que orientará su intervención a la nueva realidad emergente.

Deshaucios

La pandemia de coronavirus está originando un gran drama económico. García resalta que muchas de las personas que están acudiendo a Arrabal-AID se han quedado sin ingresos y, por tanto, no tienen cómo hacer frente a sus gastos, por ejemplo, el alquiler.

Ante esta situación, hay propietarios que están presionando e intentando tomar acciones legales para desahuciar a sus inquilinos.

Además, referente a la polémica de la okupación, el responsable de la asociación destaca que «se les mete a todos en el mismo saco» cuando hay casos de familias que, debido a la situación actual, no pueden pagar el alquiler. «Pienso que se debería hacer una política de vivienda que garantice un techo a todas las personas. La vivienda social en España está estigmatizada y eso es insostenible», concluye.