Andalucía se sitúa como la tercera autonomía donde más se denunciaron infracciones penales de cibercriminalidad el pasado año (28.655) y ha experimentado un incremento del 156,34% en los últimos cinco años, según indica el estudio más reciente impulsado por el Ministerio del Interior.

Encabezan la lista de hechos denunciados de cibercriminalidad por comunidades autónomas Cataluña (41.577), y Madrid (37.016), tal y como recoge el Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC), que suma datos del Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad dependientes de las comunidades autónomas y también por cuerpos de Policía Local.

El último informe de la Secretaría de Estado de Seguridad, que hace balance del año 2019, recoge que durante ese ejercicio fueron 28.655 las denuncias interpuestas en territorio andaluz frente a las 11.178 del ejercicio 2015. La subida en relación a 2018, cuando se registraron 20.089 denuncias, es del 42,64%, lo que supone el mayor incremento desde 2015.

Los datos arrojados por el Estudio sobre la Criminalidad en España desde 2015 hasta 2019 muestran que el uso de las nuevas tecnologías para cometer delitos contra personas físicas, empresas e instituciones va en aumento. Sin embargo, Andalucía ha dejado de estar a la cabeza en los últimos dos años y Madrid (en 2018) y, posteriormente, Cataluña (en 2019) han asumido su puesto.

En 2019, los hechos delictivos más frecuentes fueron los relacionados con estafas con tarjeta de crédito/débito (71.107), estafas bancarias (28.170), amenazas (11.313), usurpación del estado civil (2.911) y coacciones (1.800). Málaga se sitúa como la séptima provincia donde más infracciones penales de este tipo se denunciaron el pasado año (6.550).

Datos nacionales

Cada vez son más las personas que tienen acceso a internet. Según los resultados de la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares, realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), un 91,4% de los hogares españolas tenían acceso a la red en 2019, frente al 86,4% del año anterior. Esto se traduce también en un aumento de los ataques cibernéticos, que ganan más terreno.

A nivel nacional, la cifra de cibercriminalidad ascendió a un total de 218.302 el pasado año desde las 60.154 denuncias registradas cinco años antes.

En base al informe de la Secretaría de Estado de Seguridad, España cerró 2019 con el esclarecimiento del 15,1% de los hechos conocidos, mientras que otros seguían en investigación. Por otra parte, los detenidos e investigados por las Fuerzas de Seguridad en todo el país alcanzaron la cifra de 8.914.

Perfil del delincuente

De la cifra total de detenciones e investigaciones (8.914) efectuadas, el 74,3% corresponden a personas de sexo masculino, teniendo lugar, principalmente, por la comisión de fraudes informáticos, delitos de amenazas y coacciones y delitos sexuales.

La mayor parte de las detenciones e investigaciones de personas de sexo femenino se han llevado a cabo por fraudes informáticos, amenazas y coacciones, y por el delito de falsificación informática, según destaca el estudio impulsado por el Ministerio del Interior.

La mayoría de los detenidos o investigados por ciberdelincuencia se ubican en el grupo de edad 26 a 40 años y son de nacionalidad española (79,6%), mientras que entre el porcentaje de extranjeros predominan los originarios de Rumanía, Marruecos, Colombia y Venezuela los que aglutinan un mayor número de casos.

Víctimas

Los datos incluidos a nivel nacional en el Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC) revelan que la mayoría de las víctimas de ciberdelincuencia son hombres (52,3%), tienen entre 26 a 40 años, y son objeto, principalmente, de los delitos de fraudes informáticos, amenazas y coacciones y acceso e interceptación ilícita. Sin embargo, si se analiza la distribución global de incidentes conocidos por ámbito y sexo, las mujeres exceden en porcentaje a las víctimas de sexo masculino cuando se trata de hechos relacionados con el acceso e interceptación ilícita, contra el honor y los delitos sexuales. Del total, el 88,4% de las víctimas fueron españolas y el 11,6% restante extranjeras, principalmente procedentes de Rumanía, Marruecos e Italia.

Del análisis de la información extraída del SEC se puede observar que el comportamiento de las víctimas incluidas en el grupo menores de edad no sigue el patrón o el modelo de las víctimas mayores de edad.

Según los datos registrados, el fraude informático es la tipología delictiva con mayor incidencia en todos los grupos establecidos (a excepción de los menores de edad), y de manera especial en los rangos que van de los 26 años en adelante. Los menores de edad son más vulnerables a otro tipo de hechos delictivos, en concreto a las amenazas y coacciones así como los delitos sexuales.