IU ha presentado ya sus alegaciones al proyecto previsto por Urbanismo para Repsol: un parque, un parking, VPO y una o varias torres, según se determine, con usos comerciales, de oficinas, tal vez hoteleros y residencial. Ya saben ustedes que el parque previsto se ha reducido en sus dimensiones y que colectivos ciudadanos y la oposición quieren destinar la totalidad de los terrenos a un gran bosque urbano, una postura que no coincide ni con la del equipo de gobierno ni con la de su principal socio en estos terrenos, la Sareb, el llamado Banco Malo. El equipo técnico y asesor de la coordinadora local de la federación de izquierdas, Remedios Ramos, ha elaborado este conjunto de alegaciones en el que exige que se paralice el proyecto y se abra un proceso participativo que culmine con una consulta popular, como se aprobó en pleno, sobre qué se va a hacer en estos terrenos.

Considera IU que con el proyecto de urbanización «no se atiende al interés general, sino que, por el contrario, se produce una lesividad para el interés público o daño patrimonial o perjuicio económico al no corresponderse las 83.311,34 unidades de ejecución de los aprovechamientos sin urbanizar, recibidas por el Ayuntamiento, con los 70,3 millones de euros que quedaron por abonar del convenio urbanístico de referencia y posterior adenda, sino que el valor de dichas unidades de ejecución es mucho menor del mencionado importe pendiente de ingresar» (el convenio se firmó en 2006 con Daeca Comarex).

IU también estima que el proyecto de urbanización no se adecua «exactamente y contiene cambios sustanciales respecto a lo recogido en la memoria propositiva del vigente PGOU de 2011, en el 'Anejo 1. Ordenación de los terrenos de Repsol'; así como también respecto al estudio de detalle del SUNC-O-LO-17 Repsol (aprobado el 29 de mayo de 2014), ya que se ha reducido la superficie destinada a zona verde (parque), que pasa de los 80.000 metros cuadrados -79.920 M2- que se contemplaban; a los 68.000 metros cuadrados que se recogen en el proyecto de urbanización, reduciéndose un 15% de la zona verde, 12.000 metros cuadrados menos, lo que consideramos un cambio sustancial».

En el expediente, además, se adolece de un estudio económico-financiero «serio y riguroso, en particular de la parte norte comercial y de oficinas, y no se justifica la viabilidad económica y financiera del proyecto comercial y residencial ni la capacidad de la promotora para desarrollar el proyecto, en manos del Banco Malo, la Sareb».

No existe, añade, un estudio de movilidad «serio y riguroso», y el aparcamiento previsto en el subsuelo de la zona verde y las obras de construcción e instalaciones bajo rasante son incompatibles con el proyecto de parque, ya que no permite porte del arbolado ni vegetación de gran tamaño ni las infraestructuras propias de un parque produciendo una evidente e importante merma en su funcionalidad. Y la incompatibilidad del diseño arquitectónico y de las cotas del nivel superior de la losa del aparcamiento, con el trazado de las infraestructuras vinculadas a la zona verde y las posibles necesidades futuras del parque tanto de mantenimiento como de ampliación».

Indican, por último, que no se ha realizado ni se exige una evaluación ambiental detallada del impacto ecológico y no existe ningún informe preceptivo del organismo competente en aguas que acredite la necesaria suficiencia hídrica del sector.