Inmersos en el anhelo de buscar un mensaje que haga ruido, los políticos a veces acaban haciendo un autorretrato de la élite en la que se terminan instalando unos y otros, independientemente de las siglas a las que representen. Por ejemplo, el presidente andaluz Juanma Moreno Bonilla ha presentado un plan de inversiones y la oposición ha dicho que es una maniobra de marketing, una disciplina que de hecho abunda en el ejercicio de la política profesional. Fue, precisamente, el coordinador provincial de IU y parlamentario andaluz, Guzmán Ahumada, quien calificó el programa Andalucía en Marcha de la Junta como «una maniobra de marketing que presenta como nuevos proyectos deudas históricas con la provincia de Málaga». «No queremos una Málaga que hipoteque su futuro a un plan que no representa un esfuerzo económico extra ni proyectos que no dejen huella en el empleo más allá del sector de la construcción», dijo Ahumada en su reacción a esta promesa del PP y Cs que trae de nuevo a colación el macrohospital, la ampliación del Metro, el puerto seco de Antequera, el hospital de Estepona o los accesos al PTA, entre otras cuestiones.

Además de arrastrar la certeza de que posiblemente tenga el carácter perecedero de un titular de prensa, y dure lo que estás cosas duran con la función casi escénica que hacen, la reacción de Ahumada abriga otro de los viejos tics de esta presunta nueva política. En su actitud, como la de casi todos los demás, reside el imperativo de 'si yo mando me callo; y si mandas tú, protesto'. El reflejo queda muy claro cada vez que a Ahumada le parece genial todo lo que hace el Gobierno central, ahora que Alberto Garzón tiene un ministerio. ¿Qué cruzada no hubiera montado él en los pueblos por el decreto de los ahorros municipales si gobernara a nivel nacional el PP o el PSOE en solitario?

Vox y el baloncesto

El pasado día 9, una semana después de la convocatoria de primarias para repartir el poder interno en varias provincias españolas, el Comité Electoral de Vox hizo un llamamiento muy claro. Le exigió a todos los cargos orgánicos y electos de la formación que se abstengan de expresar públicamente su apoyo a cualquier candidatura, a no ser que formen parte de ella. Y, además, se le solicitó a todos sus afiliados que eviten «descalificaciones y cuestiones personales sobre miembros de una u otra candidatura». Basta con quedarse en Málaga -una de las siete provincias en las que los comicios internos llegarán hasta el final porque en las otras 12 solo se ha validado una candidatura- para relativizar la eficacia de esta advertencia. Con un clima de 'todos contra uno' en el que hasta cuatro candidatos 'críticos' distintos pretendían evitar la reelección del presidente provincial, únicamente será Enrique de Vivero quien se enfrentará a José Enrique Lara.

Eso sí, la gran sorpresa a posteriori la protagonizó Heriberto García, quien no pasó el corte de los avales y, a la vez que arremetió contra la opacidad del proceso, puso a parir a De Vivero y dijo que apoyaría al actual presidente. Le pidió a sus avalistas que voten por su continuidad dándole la razón a quienes le llaman ‘la marca blanca de Lara’. Esto contrasta con la repentina mudanza a la candidatura de De Vivero que hicieron algunos colaboradores de García.

Además, la proclamación oficial como candidatos de estos viejos conocidos -que iban en el mismo barco- comenzó con anécdota. En el documento interno emitido a nivel nacional por la formación con el listado de 'presidenciables', ambos aparecían con el mismo nombre. Se anunciaba un duelo de 'joseenriques' pero Enrique 'a secas' de Vivero solicitó enseguida al Comité Electoral nacional que subsanase la errata. Antes habían sido compañeros pero jamás tocayos.

El 'cuerpo a cuerpo' entre Lara y De Vivero está suscitando en las redes interacciones de lo más variopintas entre gente cercana al partido, que discute para defender a una opción frente a la otra. Unas de las reacciones la protagonizó el exbaloncestista malagueño Francis Sánchez. El que fuera canterano de Unicaja expresó en Twitter el deseo de que gane De Vivero y hasta vaticinó su victoria: «El señor D. Enrique de Vivero excoronel y un hombre 10. Atención ha cuadruplicado los avales del señor Lara y actual presidente del CEP Málaga. Santiago Abascal, en pocos días se verá pero la presidencia me dicen que es del señor Enrique de Vivero. Está hecho». Sin embargo, Lara recibió 233 avales, De Vivero 143, Heriberto García 92, el ‘retirado’ Martín Ortega 21 y Julia Calleja solo 10. Además, se detectaron otros seis avales a nombres que no concurrían en ninguna de las candidaturas.

Precisamente, uno de los compañeros con los que Francis Sánchez hizo más migas en su etapa como jugador fue el canterano madridista de origen gallego José Ángel Antelo, con quien coincidió en Tenerife y Cáceres o, posteriormente, en Murcia hace un lustro cuando el malagueño fue asistente del entrenador. Se da también la circunstancia de que el capitán de aquel equipo era Antelo, quien ya retirado por su racha de lesiones se convirtió hace año y medio en un sonado fichaje con el que Vox atajó sus problemas internos en la provincia de Murcia. Antelo pasó a ser un político de más de dos metros como presidente de la Gestora y portavoz municipal en la capital murciana. Además, la suya ha sido ahora la única candidatura a la presidencia provincial que, bajo cierta polémica, ha sido validada allí.

Da la sensación que Antelo ha encontrado una salida con visos de duradera en la alta política. Y que, de vuelta al marketing, la que lo atrajo hacia la cúpula de la formación fue una operación para chutarle carisma e imagen a una ejecutiva provincial como la murciana, que dimitió en bloque.