Durante los meses más duros de la pandemia, las farmacias demostraron su papel esencial, asumiendo, además, labores específicas como la entrega de fármacos a domicilio para población vulnerable, el reparto diferenciado del tratamiento en pacientes crónicos o la distribución de mascarillas.

«Y dado que esto no ha terminado y nos encontramos ahora mismo en una preocupante situación, las farmacias podemos contribuir a detectar problemas relacionados con el Covid y con la Salud Pública», incide el presidente del Colegio de Farmacias de Málaga, Francisco Florido.

En esta línea, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacia de España publicaba esta semana un manifiesto en el que aseguraba tajantemente que estos establecimientos «pueden hacer mucho más» y que se necesita una Estrategia de Salud Pública más «ambiciosa» que considere a las farmacias un «agente sanitario de primer orden».

Adentrados -sin tapujos- en la segunda ola de la Covid-19, la red de farmacias españolas, con 22.000 boticas, de las que 680 están en Málaga, se pone a disposición de las autoridades sanitarias y se ofrece como apoyo para descongestionar la Atención Primaria. «Con el comienzo de curso ya hemos remitido sendas cartas desde el Colegio de Farmacéuticos de Málaga a la Delegación de Educación y a la Delegación de Salud poniéndonos a su disposición», afirma Florido. «Estamos dispuestos a sentarnos puesto que hay una farmacia próxima a un centro de salud o a un centro docente y se pueden abrir puertas para la colaboración con ellos».

Rastreo y test rápidos

Los farmacéuticos podrían colaborar en las labores de rastreo, cribado y el estudio de contacto tras una PCR positiva, una tarea que ahora mismo recae sobre los sanitarios de Atención Primaria, que fueron formados para ello a través de un curso de la Escuela Andaluza de Salud Pública.

Asimismo, los profesionales de la Farmacia podrían encargarse de la realización de los test rápidos a la ciudadanía. Así lo explica Francisco Florido: «El farmacéutico tiene formación sanitaria suficiente y está habituado a la formación continuada de posgrado. Para nosotros no supondría ningún esfuerzo que se estableciesen unos protocolos y una formación específica para temas concretos como el rastreo de contactos directos con positivos pero también en la realización de los test rápidos, que consideramos una herramienta importantísima para la detección precoz».

Sobre la respuesta de la administración pública, Francisco Florido confiesa que mantienen una buena relación aunque aún no han recibido respuesta.