Málaga se adentra en la segunda ola del Sars-Cov-2 con un ritmo de contagios diarios bien acomodado en las 300 PCR positivas, una cifra que ha experimentado importantes crecidas en las últimas semanas, llegando a superar los 500 casos en dos jornadas consecutivas, los peores datos desde el comienzo de la pandemia. Con estos datos, el ritmo semanal de contagios se mantiene por encima del millar aunque, afortunadamente, la mayoría de los afectados por el virus no llegan a necesitar ingreso hospitalario y se curan en casa.

Así, atendiendo al acumulado de contagios y hospitalizaciones semanales que ofrece en su parte diario la Consejería de Salud y Familias - a fecha de 24 de septiembre -, menos del 5% de los casos detectados en Málaga acaban siendo ingresados,por debajo de la media andaluza (6,5%) y muy por detrás de las provincias más afectadas, como Córdoba (9,08%) y Sevilla (9,02%).

«No hay más casos, detectamos más casos, porque en la primera ola no hacíamos tantas PCR como se hacen ahora. Estamos detectando un 90%, un 95% de casos asintomáticos, los buscamos, los rastreamos, los encontramos y los confinamos, lo que evita que la repercusión sanitaria sea la que fue entonces», ataja el delegado de Salud, Carlos Bautista, preguntado por La Opinión de Málaga. «Por eso ahora en UCI hay menos ingresos, en planta hay menos ingresos y menos fallecimientos».

De hecho, el delegado atribuye esa baja presión asistencial a la Atención Primaria porque «evita que una cantidad importante de casos sin detectar generen contagios a personas vulnerables y las manden a los hospitales». Y añade Bautista: «Sin su trabajo tendríamos una situación muy parecida a la de la primera ola».

En planta

Pese a los porcentajes alentadores, en los últimos siete días desde que se escriben estas líneas, ocho personas han perdido la vida afectadas por la Covid-19.

Los hospitales malagueños atienden a más de 200 pacientes positivos, en torno a una treintena de ellos en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Unos datos que han crecido exponencialmente desde principios de verano, cuando la provincia registraba apenas una decena de ingresos con Covid-19 pero que aún se mantiene lejos de los niveles de abril, en los que los hospitales tuvieron que afrontar una presión asistencial de más de 400 pacientes contagiados graves.

Ahora la media de edad de los ingresados en el Hospital Regional de Málaga, uno de los centros andaluces que más pacientes con Covid-19 ha atendido, desde junio es de 60,5 años, con «predominancia de pacientes de edad avanzada y con comorbilidades asociadas, que además suelen tener un peor pronóstico», explica el director médico del Regional, Ismael Herruzo.

En las UCI, la media es de 66 años, aunque asisten a positivos de entre 28 y 84 años. «Destaca el presentar un mejor pronóstico, con menores tasas de mortalidad, justificado por el mejor conocimiento de la enfermedad, arsenal terapéutico y adiestramiento clínico en su manejo», agrega Herruzo. De hecho, ese «arsenal terapéutico», ese mejor conocimiento de la enfermedad, la adaptación de planes de contingencia y dilapidado el factor sorpresa, es lo que marca la diferencia en el entorno hospitalario frente a este segundo envite del coronavirus.

«Se produce con personal más preparado y experto así como con hospitales preparados con circuitos claramente establecidos de atención diferencial entre pacientes con sospecha de enfermedad por COVID 19 o no», resuelve el doctor.

Por otro lado, el director médico del Hospital Regional recuerda que el sistema sanitario sigue «inmerso en una situación sin precedentes» y continúa alerta, por lo que la población debe cuidarse hasta que llegue la vacuna.

«Pedimos responsabilidad y conciencia social a la ciudadanía, que cumpla las normas y se proteja hasta que esté disponible la vacunación masiva frente a la Covid-19», pide Ismael Herruzo.