¿Por qué cree firmemente en que es más necesario que nunca hacer de España una nación emprendedora?

Hace ya más de diez años, en el 2008, vimos como nuestra economía, tanto nuestro modelo productivo como nuestro modelo laboral, sufría más que en muchos otros países. Vimos claramente que las profesiones cualificadas sintieron menos el golpe, mientras que los tipos de trabajos menos cualificados y las personas con salarios más bajos recibieron el impacto más fuerte en el volumen laboral y en volumen salarial. Es decir, las personas más desfavorecidas de nuestro país se llevaron la peor parte del sufrimiento de la crisis. Sin embargo, hay países que, como tienen unas bases productivas distintas, consiguieron que el golpe fuese menor y pudieron recuperarse mucho más rápido. Tenían economías más resilientes, capaces de recuperarse con más rapidez de este tipo de golpes. Eso es, precisamente, lo que queremos conseguir con la España Nación Emprendedora: cambiar las bases productivas de nuestro país para tener una economía que se concentre en generar valor.

¿Cómo perseguirá ese nuevo modelo económico el Alto Comisionado para España Nación Emprendedora?

Lo queremos conseguir apoyándonos en una de las palancas que se ha demostrado como una de las que consigue un mayor aumento de la productividad a corto plazo, que es el emprendimiento innovador. Y de ahí parte la estrategia ‘España Nación Emprendedora’.

¿Emprender en tiempos del coronavirus, bajo una situación económica difícil, es una quimera para muchos españoles?

Emprender nunca sido algo fácil. Y tampoco tiene que ser algo a lo que forcemos a la gente a dedicarse porque no encuentren empleo. El objetivo de la estrategia ‘España Nación Emprendedora’ es conseguir que aquellas personas que tienen una buena idea y que tienen buena calidad emprendora -es decir, que tienen un perfil con el conocimiento y la experiencia para emprender- no tengan las barreras que podrían haber tenido en el pasado. Por ejemplo, para acceder a la financiación o para encontrar el talento y generar el mejor equipo capaz de construir esa idea. Para que en lugar de pensar en crear algo rápidamente y venderlo, piensen en escalar, en hacer empresas más grandes que se internacionalicen y se conviertan en los grandes campeones económicos que, para 2030, estén empleando a miles de personas. Y, sobre todo, que se encuentren a una administración pública que pase a ser su aliada. Que genere marcos regulatorios favorables o ponga en marcha proyectos tractores. En definitiva, que se convierta en la mano visible del Estado para empujar la palanca de la productividad y la innovación.

Fue nombrado para su cargo en enero de 2020, ¿considera que, un par de meses después o ahora mismo, hubiese sido impensable la creación de un Alto Comisionado de este tipo?

Al contrario. Crear este alto comisionado ya era importante en enero. Precisamente, es algo novedoso porque por primera vez en la historia de este país -dependiendo directamente del presidente del Gobierno- tenemos a un órgano que está pensando en una estrategia concreta para definir cómo va a ser España en el año 2030. Ahora, después de la crisis del Covid y con la necesidad no solo de reconstruir sino de construir algo nuevo, el alto comisionado y el documento con la estrategia que va a presentar el presidente del Gobierno se convierte en una misión absolutamente imprescindible.

¿De qué salud goza el ecosistema del emprendimiento innovador malagueño?

El emprendimiento malagueño está casi un punto por encima de la media nacional. La tasa de emprendimiento es mayor que la del resto del territorio.

Málaga cuenta con un pujante Parque Tecnológico o un Polo de Contenidos Digitales, ¿cree que el anhelo de esta ciudad por convertirse en el Silicon Valley español puede materializarse?

La aspiración tiene que ser mayor que convertirse en un Silicon Valley. Para aquellos que hemos trabajado allí, Silicon Valley es un espacio donde, efectivamente, las startups pueden encontrar fácilmente financiación pero, a día de hoy, encontrar talento no es tan fácil. También es fácil escalar y no hay muchas barreras burocráticas. Pero también es cierto que en Silicon Valley, en el estado de California, duermen al raso cada día 137.000 personas, que no tienen un hogar. En España, que somos un estado de una dimensión similar, el número es de 37.000 personas. Nuestro modelo no es convertirnos en el Silicon Valley del sur de Europa. Tampoco queremos que Málaga sea el Silicon Valley del sur de Europa. Nosotros queremos que Málaga sea un polo absolutamente fundamental de la España Nación Emprendedora. Un modelo que quiere promover la innovación como se puede hacer en Silicon Valley. Pero queremos sumarle la fuerza de la agroalimentación, la cultura, el turismo, la digitalización de las telecomunicaciones o la transición ecológica, y así hasta diez sectores tractores que estarán recogidos en la estrategia. Además, incluiremos políticas para introducir a las personas que están fuera de todos estos modelos y vamos a combatir con todas nuestras fuerzas la brecha de género, la brecha socioeconómica, la brecha territorial y la brecha de edad. Porque queremos crear la nación emprendedora con mayor impacto social de la historia.

Su startup Actuable tuvo un crecimiento meteórico que le llevó a Change.org, ¿les aconsejaría a los jóvenes emprendedores de éxito que no pierdan de vista el trampolín de la política en el que usted terminó?

Yo creo que cada uno debe seguir su camino y seguir sus pasiones. Por ejemplo, al fundar mi empresa esta no vino de la nada. Toda mi vida yo había venido siendo voluntario de Cruz Roja, y luego de Amnistía Internacional. Después, en 2007, inicié una campaña activista para prohibir las bombas de racimo en España. Y ganamos. Esa campaña fue lo que me inspiró sobre lo que podía hacer para que muchas otras personas pudieran realizar campañas como aquella de las bombas de racimo que resultó ganadora. Ese fue el germen de Actuable: crear una plataforma para empoderar a la gente para provocar más cambios. Y, tras siete años en Change.org, mi reflexión era cómo puedo conseguir que mi país sea una plataforma para que mucha gente pueda reproducir el éxito que yo tuve la suerte de vivir con Actuable y con Change.org. Y en eso es lo que tengo el empeño ahora mismo. Y se traduce en dar un paso adelante en la política, porque en este caso es el conducto adecuado para conseguir la auténtica ambición de país que se convierta en nación emprendedora en el año 2030.

Respecto al modelo productivo del país, el ministro Alberto Garzón dijo que el turismo es una industria de bajo valor añadido y eso no sentó nada bien en el sector turístico costasoleño, ¿entiende el enfado?

Lo importante ahí, y creo que todos estamos de acuerdo, es que tengamos unos sectores productivos lo más fuertes posible. Sé que todos estamos comprometidos para mejorar uno de los sectores con una mayor aportación al Producto Interior Bruto (PIB) del país, como es el turismo. Es uno de los sectores tractores que, dentro de nuestra estrategia España Nación Innovadora, está llamado a trabajar conjuntamente con nuestro emprendimiento innovador para convertirse en el mejor sector turístico del mundo. Y que cuando pase la pandemia no solo seamos el segundo destino turístico del mundo, sino que también en términos innovadores, tecnológicos y digitales seamos una potencia mundial. Que no tengamos que usar las plataformas extranjeras, que seamos nosotros los productores de las tecnologías y las innovaciones que se van a necesitar en el turismo del futuro.

Tanto Garzón como usted estuvieron vinculados al 15-M, ¿ha servido aquello para algo?

Absolutamente. El 15-M significó el despertar de toda una generación que se dio cuenta de que, si quería que las cosas cambiasen, tenía que levantarse, dar un paso adelante e involucrarse en política. Transformó el panorama político de nuestro país. Y no solo hizo que surgieran nuevos partidos políticos sino que hizo que personas como yo tomara la decisión de que, si queríamos un país que fuese innovador, productivo y no dejase nada atrás en este camino, teníamos que dar un paso adelante y hacerlo nosotros mismos. Me siento muy afortunado de haberlo hecho porque he conseguido que el PSOE lidere este proyecto. El de la España Nación Emprendedora, que será un país que permita en 2030 que los jovenes no solamente tengan un empleo y una carrera profesional asegurada, sino que puedan desplegar absolutamente un proyecto de vida, cosa que ha sido muy difícil en los últimos años.

Ha luchado como activista LGTB, ¿ha sentido alguna vez que España es un país homófobo?

Los países no son homófobos ni dejan de ser homófobos. La homofobia es una condición que se predica desde las personas. Y en todos los países, en todas las ciudades, en todos los barrios y en todas las familias podemos encontrar alguien que, a lo mejor, sea homófobo. Incluso, podríamos decir que todas las personas tenemos cierto grado de homofobia. Y el compromiso no estar en no ser homófobo sino en combatir la homofobia cada día. En mi vida me he podido encontrar episodios, pero lo importante ahí es que las personas demos un paso adelante y nos comprometamos en mejorar nosotros mismos y a combatirlo públicamente para evitarle espacios de sufrimientos a muchas personas. Sobre todo, a las generaciones que están por venir.

¿Es cierto, como se decía durante su periplo en Change. org que el magnate George Soros confiaba ciegamente en usted?

Esa afirmación se sustenta en información falsa y es importante desmontar bulos como este. No conozco a George Soros y dudo que él me conozca a mí, por lo que es imposible que pueda confiar ciegamente en mí alguien que no me conoce.