El bar Plaza, inaugurado en 1989 en la Plaza de la Marina, ha iniciado un proceso de revitalización del local para cobvertir su extensa terraza de su bar (de 70 metros cuadrados) en un oasis de jardines y flora que también dispondrá de un techado singular, del que cuelguen otras plantas para aumentar el impacto visual. Una tenue luminosidad hará el resto.

El objetivo es inaugurar este espacio antes de que acabe el próximo mes de octubre con la intención de captar a todo tipo de clientela y en un intento por localizar un punto idóneo de encuentro. «Esta terraza se transformará a partir de las siete de la tarde en un lugar íntimo, agradable y cómodo de ambiente lounge donde se servirán copas y platos muy demandados por los jóvenes. Pero, cuidado, aquí podrá venir quien quiera a comer lo que le dé la gana sin sentirse nunca fuera de lugar», añade Leonardo D'agostino, hijo del fundador del emblemático bar Plaza,, a unos metros de la entrada sur a calle Larios y en una acera ancha enormemente transitada que ofrece vistas cercanas al puerto de Málaga.

Leonardo D'agostino fichó en 2018 a la chef cubana Giselle Ríos para afrontar un cambio progresivo de carta que le está dando muy buenos resultados con la incorporación de otro cocinero (Emilio) que llegó nada más arrancar el 2020. Ciertamente esta cafetería mantiene un listado de platos tradicionales, pero en los últimos dos años se ha incentivado la relación de tapas y se ha activado el servicio delivery, además de adoptar una carta alternativa que prevé ajustarse a la nueva clientela. La hamburguesa Nuguplaza (carne angus, queso, cebolla caramelizada y tomate braseado; 8,5 euros) y las gambas al pil pil al forno (horneadas en masa hueca; 5 euros) se han convertido ya en opciones indispensables, a la espera de que se dispongan los brunchs y se incluyan el poké hawaiano y otras opciones étnicas y vegetarianas.