Siguiendo la senda que marca la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el coche eléctrico debería ser una realidad en las próximas décadas aunque aún quedan algunos escollos por solventar, como el económico o la falta de infraestructuras.

Sin embargo, con el propósito de allanar el camino a la movilidad eléctrica, el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Telecomunicaciones (COITT) presentó ayer en el Palacio de Ferias y Congresos, en el marco del foro Greencities & S-Moving 2020,un proyecto pionero en España que busca impulsar el desplazamiento sostenible, pero también accesible para la población general, esto es, pasarse al lado de la automoción eléctrica sin necesidad de hacer grandes desembolsos.

Se trata del primer coche de combustión convertido por completo a eléctrico en el que han trabajado durante cuatro meses un equipo de ingenieros del grupo V2X del COITT liderados por Pablo Escapa, y que se expuso por primera vez en Málaga.

«Un vehículo de combustión, de gasoil, se ha convertido a vehículo eléctrico. Se le ha sacado el motor de combustión y se ha metido un motor eléctrico. Se ha quitado la parte del depósito de combustible y se han puesto baterías», explica Paco Jaén, delegado de Ciberseguridad y Nuevas Tecnologías del COITT, también implicado en el proyecto, que ha tenido una duración de cuatro meses y ha necesitado un presupuesto de 10.000 euros financiado en su totalidad por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Telecomunicaciones (COITT), la institución que ha propulsado la investigación.

«Lo que se pretende con este proyecto es que ese importe pueda pasar a 4.000 euros y que cualquier usuario que tenga un coche de combustión pueda convertirlo en eléctrico por ese precio», añade Jaén.

El objetivo de este grupo de ingenieros es que la conversión del vehículo no dure más de dos días e incluso tienen expectativas de llegar a reducirlo hasta únicamente ocho horas de trabajo. Por ahora, la autonomía de este prototipo llega hasta los 200 km.

Más rentable, más verde

«Puedes pasar de combustión a eléctrico sin tener que desembolsar cantidades muy grandes, que para un vehículo eléctrico sabemos que nos vamos a partir de 24.000, 25.000 euros», incide el delegado de Ciberseguridad.

De esta manera, los conductores no se verían obligados a desprenderse de su vehículo de combustión y desembolsar una cantidad elevada por un vehículo nuevo para pasarse a la movilidad eléctrica, es decir, podrían «reutilizar» el coche que hasta entonces habían conducido.

Esta segunda vida verde del propio vehículo supondría que no habría necesidad de achatarrarlo, lo que contribuye también a reforzar la sostenibilidad en la movilidad. «Ese achatarramiento al final produce residuos, ese residuo va a en contra de esa vía verde», según Paco Jaén, que subraya las metas logradas con el prototipo:

«Conseguimos dos objetivos. El primero, proteger el medio ambiente de esa chatarra que se produciría y, por otro lado, tener un coche eléctrico a un precio mucho más económico que comprarse uno nuevo».

Ahora, este equipo de ingenieros esperan una respuesta por parte de las administraciones públicas y de la sociedad para que esta forma económica y rápida de pasarse a la automoción eléctrica coja impulso.

«El vehículo eléctrico al final de este año ya va a ser una realidad con crecimiento al auge para todo el año que viene. La conversión va a depender mucho del Gobierno, de que lleven a cabo su apuesta para promocionar y fomentar este tipo de proyectos», concluye Paco Jaén, para quien este prototipo es ya el «futuro», ya que la política por la energía renovable es una tónica general a nivel mundial. «Va a haber una necesidad de vehículos eléctricos».