El proyecto de semipeatonalización del eje Álamos-Carretería, la ronda histórica del centro de la ciudad, licitado el martes 22 de septiembre por Urbanismo, tendrá una especificidad importante con un impacto directo en el discurrir peatonal y la vida vecinal de la zona: no habrá nuevas ocupaciones de terrazas hosteleras más allá de las ya existentes, esto es la zona ocupada por el Hotel Tribuna, en el inicio de Carretería, y la cafetería Baena, en la esquina de Álamos con Mariblanca.

En la memoria del proyecto de intervención de Carretería, (en concreto, en la memoria propositiva), y en referencia a las reuniones con vecinos -al ser fondos europeos- (la inversión es de 4,96 millones de euros), «se puede observar cómo el compromiso de controlar la ocupación del espacio público por las terrazas ha sido un aspecto estudiado y reflejado en el proyecto». Esta intención vecinal recogida por el equipo de gobierno ya se conocía, pero ahora se ha plasmado en el proyecto en proceso de licitación.

«Concretamente, la propuesta de delimitación de las áreas de terrazas presentada en la reunión del 11/09/2018 -cuatro zonas muy concretas donde era viable- fue ampliamente desaprobada por los vecinos, motivo por el cual se eliminaron del proyecto y no aparecen en los últimos planos publicados». En la documentación presentada en la reunión mantenida en marzo de 2019, se expuso expresamente que «'no se podrá realizar ocupación de vía pública mediante terrazas, salvo la existente en la actualidad, esto es el Hotel Tribuna en el inicio de calle Carretería y la Cafetería Baena, en la esquina de Álamos con Mariblanca, si bien requerirán adaptación a la normativa vigente». El compromiso del Consistorio se debió adoptar mediante la aprobación del proyecto, con informe previo de la Gerencia de Urbanismo y del Área de Sostenibilidad. Los resultados esperables son: la mejora de los ámbitos de proximidad peatonal entre la residencia y los desplazamientos habituales: comercio, centros escolares, ocio; recuperación de espacios centrales de la ciudad para potenciar ámbitos peatonales, valorizar el patrimonio edificatorio que configuran sus fachadas edificadas en el siglo XIX y revitalizar la actividad económica y mejorar el atractivo del entorno urbano, dicen.

En el proyecto, por tanto, es necesario incluir las condiciones de ocupación por terrazas y elaborar y tramitar un plan de control de aprovechamiento. «El objetivo de dicho plan será garantizar un adecuado equilibrio entre los distintos usos que se dan en el espacio público. En este caso, se trata de una vía de marcado carácter de paso, con anchos estrictos que, como han puesto de manifiesto los integrantes en la mesa de participación ciudadana, no es compatible con la ocupación por parte de las terrazas. Por ello, se adopta la decisión de elevar a la Junta de Gobierno Local la prohibición de ocupación de la vía pública mediante terrazas en toda la calle, con excepción, si bien sujeto a la ordenación propuesta, de las autorizaciones existentes en la actualidad».

Así, los redactores dedican un espacio similar de terraza al que ya ocupan actualmente. «No se prevé ninguna otra ocupación en todo el ámbito del presente proyecto».

En cuanto a las características de la zona autorizada, habrá separación de las fachadas del edificio, «con un ámbito mayor a 180 centímetros, en el entendimiento de que el tránsito de personas y los accesos a los edificios deben estar libres de obstáculos». Asimismo, se ha establecido expresamente el máximo número de mesas y sillas, «a partir de una superficie e intensidad de uso actualmente autorizado, se plantea ubicar una superficie similar, pero con una separación de 1,80 metros de la fachada». Se prohíben toldos verticales u horizontales, de forma que la sombra se proporcionará, en su caso, mediante sombrillas aisladas sin fijación de ningún tipo. Las mesas, sillas y sombrillas serán de características ya definidas en los planos, pero con una imagen unificada para «una correcta integración en un espacio de valor histórico».

En este orden de cosas, se prohíbe utilizar el espacio público con elementos auxiliares más allá de mesas, sillas y sombrillas. Este extremo se refiere a las estanterías con producto, elementos informativos, decorativos, delimitadores». Incluso, se prohíbe dar autorización de uso a locales que no cumplan las normas de diseño de fachadas del Pepri del Centro Histórico. Indican los redactores que los elementos del mobiliario ocuparán el espacio de cada unidad de autorización durante los horarios permitidos, concluyen.

El objetivo de las presentes condiciones no es otro que el de garantizar un adecuado equilibrio entre dichas autorizaciones de uso, que se entienden como algo que aporta valor pero que en ningún caso pueden generar problemas respecto al uso del espacio público, siempre según el proyecto.

Habrá que ver cómo se conjuga todo esto con la normativa anticovid-19 y las salvedades que se han permitido a los negocios hosteleros para paliar las pérdidas.