La elección del diputado Guillermo Díaz como nuevo coordinador provincial es una de las mejores noticias que podían darse en el seno de Ciudadanos Málaga. Su liderazgo a nivel orgánico le aportará un balón de oxígeno en el ámbito provincial, tras la erosión que ha causado en sus representantes en el Ayuntamiento de Málaga y la Diputación el vengativo órdago que lanzó Juan Cassá para seguirle el juego al PP. Además de su hilo directo con Madrid, aunque suene a baladí, otra de las grandes credenciales que sostiene a Díaz es su firme creencia en las posibilidades de Cs para resurgir de sus cenizas. Quizás él también sea otro ave fénix, que está gozando de más vidas que un gato en el organigrama interno de su propio partido. Su capacidad para salir airoso de las situaciones difíciles es valorada por los afiliados al igual que su precoz antigüedad. De hecho, a este malagueño se le sitúa en el nacimiento de Cs en la provincia a diferencia de otros destacados compañeros que llegaron luego 'rebotados' o 'fichados' de otros partidos políticos.

El peso de Guillermo Díaz en la dirección nacional y el caldo de cultivo que el partido conserva todavía en esta provincia se han visto, inevitablemente, reflejados en el reparto de cargos en el Comité Autonómico. El vicepresidente de la Junta, Juan Marín, repite como líder regional pero la mano de la presidenta naranja, Inés Arrimadas, se hace patente en la confección de la nueva cúpula andaluza. Junto a una profunda renovación de los liderazgos provinciales, no llama tanto la atención que Málaga posea a tres de los 12 miembros del comité -contando a Marín- sino el rol que van a jugar los representantes de esta provincia. Excepto Acción Institucional que ha recaído en Mónica Moreno, las otras dos grandes áreas que secundan al coordinador regional -Organización y Comunicación- se les ha encomendado a los malagueños Andrés Reche y Guillermo Díaz, respectivamente.

Reche -escudero de confianza de la edil de la capital Noelia Losada en el distrito de Teatinos- ha irrumpido con toda la fuerza que le concede el cargo de responsable regional de Organización. También forma parte del Comité Autonómico la parlamentaria andaluza cartameña Teresa Pardo, con más protagonismo en Sevilla que en Málaga y cuya condición de 'marinista' llegó a situarla en los rumores para sustituir a uno de sus compañeros como consejera en los cambios que promovía Juan Marín.

El rol de Patricia Rueda en Vox

Resultó muy ilustrativo, e incluso sintomático, que en una comparecencia celebrada en Madrid fuese la diputada de Vox por Málaga, Patricia Rueda, quien explicara en calidad de vicesecretaria del partido la decisión de suspender y repetir parte del proceso en relación a las elecciones primarias convocadas en tres provincias españolas.

Aunque no llegó a detallar las normas internas que habían sido incumplidas, Rueda apuntó al hecho de que los candidatos implicados hicieran uso de las redes sociales «para atacarse». «El proceso electoral debe ser limpio y respetuoso, todos debemos dar un buen ejemplo», indicó esta malagueña que dirigía el Museo del Automóvil en Tabacalera y dio el salto a la política, como cabeza de lista de Vox por Málaga al Congreso de los Diputados, para las elecciones generales celebradas en abril de 2019.

Desde entonces, su prolífica actividad en la Cámara Baja no ha pasado desapercibida en el seno del partido de derecha, que incluso le encomienda intervenciones mediáticas de ámbito nacional durante los periplos en los que se encuentra en Madrid atendiendo a sus compromisos como diputada.

Mientras en Málaga se expande la onda de la crisis interna que ella intenta siempre que no le salpique, Patricia Rueda no solo ha procurado cumplir las advertencias realizadas por Vox a los cargos orgánicos para que no se señalasen en apoyo de una candidatura u otra.

Además, le ha pedido que den ejemplos a las provincias en las que la pelea se ha ido de las manos. Y el hecho de que entre ellas esté Málaga quizás signifique que -más allá del enfrentamiento fratricida en el que se enfrascaron José Enrique Lara y Enrique de Vivero por la presidencia provincial- quien realmente tiene peso en la dirección nacional y una conexión directa desde aquí con el aparato liderado por Santiago Abascal es ella.

Un año y medio después de su irrupción en la escena política, Rueda es el único perfil que -de salida- no remite inevitablemente a la fractura en bandos enfrentados que sacude el pulso cotidiano de Vox Málaga. Su camino, aparentemente, va por otro lado. Mientras, la convocatoria de primarias sigue deparando todo tipo de escenas y la certeza de que la puja por la presidencia provincial llevaba implícita, desde un primer momento, la candidatura a la alcaldía de la capital malagueña en los comicios locales de 2023. O sea, una misión en la que Lara ya fracasó cuando, en mayo de 2019, gozó de su primera oportunidad.