Los contactos para una posible fusión entre la entidad malagueña Unicaja Banco y la asturiana Liberbank se han reactivado, después de que las conversaciones que se mantuvieron el pasado año no llegaran a fructificar debido a las diferencias en el peso que cada banco debía tener en la entidad resultante. El actual contexto europeo, caracterizado por la baja rentabilidad del sector bancario con la previsible prolongación del entorno de tipos de interés bajos y la actual crisis del coronavirus, ha vuelto a situar las fusiones (CaixaBank y Bankia, por ejemplo) como fórmula para reducir costes y mejorar la eficiencia. Así, el Banco Central Europeo (BCE) ha intensificado en los últimos meses sus llamamientos a que las entidades de la zona euro acometan estas operaciones tanto a nivel doméstico como transnacional.

En este marco, Unicaja Banco confirmó este lunes que mantiene «contactos preliminares» con Liberbank para una posible fusión, y los situó en el análisis regular de «potenciales oportunidades de inversión u operaciones corporativas» que puedan ser de interés para sus accionistas.

El banco malagueño presidido por Manuel Azuaga informó de estos contactos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aunque precisó que, de momento, no han participado asesores externos ni se ha adoptado ninguna decisión al respecto. Por su parte, Liberbank confirmó también esos contactos, destacando también que por ahora no hay ninguna decisión tomada.

Tras este anuncio, las acciones de Liberbank subieron durante todo el lunes el 13,58%, hasta los 0,263 euros, y las de Unicaja, otro 15,14%, hasta los 0,737 euros por título, convirtiéndose en los valores más alcistas de toda la Bolsa española.

Fuentes financieras señalaron a este periódico que el siguiente paso es que Unicaja y Liberbank den inicio a las conversaciones formales, lo que podría suceder en las próximas fechas (o días), aunque todavía no se ha convocado a los consejos de administración que lo deben autorizar. Ambas entidades deberán en ese momento proceder a la contratación de asesores externos para iniciar la fase de «due diligence» (una auditoría legal), en la que se intercambiarán información y tendrán acceso a sus respectivos libros para, una vez tengan todos los números sobre la mesa, decidir si siguen adelante o no. «De lo que se trata es de sumar fuerzas y hacer un proyecto en común en tiempos que son muy complicados», señalan las fuentes consultadas.

La potencial operación está en un punto muy preliminar, por lo que no puede ahora mismo estimarse un calendario (la elaboración de la «due diligence», de entrada, puede llevarse más un mes). En todo caso, estas fuentes esperan que el proceso sea «fluido» y que pueda ser más breve que en el último intento. Los números, eso sí, tendrán que analizar la situación financiera de las dos entidades en el año de la pandemia.

Un elemento que puede ayudar mucho a que la operación fructifique es que el BCE ha flexibilizado este año sus requisitos y ya no exige a la entidad resultante de una fusión un ratio de solvencia igual al que poseía la entidad con mayor coeficiente (en este caso, Unicaja). De esta forma, ya no será necesario acometer una ampliación de capital para sacarla adelante.

Unicaja Banco y Liberbank rompieron el 14 de mayo de 2019 las negociaciones para su integración tras más de cinco meses de conversaciones oficiales y algunos más de tanteo previo, al no alcanzar un acuerdo sobre el reparto accionarial en la nueva entidad.

En principio, la ecuación de canje que se barajaba el pasado año para la nueva entidad era del 60% a favor de Unicaja por otro 40% de Liberbank. De hecho, la operación se planteaba como una absorción del banco asturiano a cargo de Unicaja. Sin embargo, Liberbank luchó por llevar su peso al 45% y dejar a Unicaja en un 55%. Al final, las diferencias pesaron más y truncaron la operación.

Ahora, por contra, voces en el sector creen que habrá voluntad para buscar el acuerdo, que podría estar en un punto medio de ambas posiciones. La ecuación de canje, es decir, la participación de cada entidad en el grupo resultante, se elabora teniendo en cuenta diferentes factores como el tamaño, los modelos IRB y otros elementos del negocio como la tracción comercial. En cuanto a tamaño, Unicaja tendría ahora mismo un valor de mercado (capitalización) de unos 1.185 millones de euros, mientras que Liberbank estaría valorado en 784 millones.

El año pasado, antes de que las negociaciones se rompieran, se había pactado ya que la sede central de la futura entidad estaría en Málaga y estaría presidida de forma ejecutiva por Manuel Azuaga, presidente de Unicaja, mientras que el consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez, quedaría como número dos. El banco malagueño también tenía atada la continuidad de Unicaja como nombre comercial en la fusión.

El accionista mayoritario de Unicaja es la Fundación Bancaria Unicaja, que posee el 49,7% (una cuota que no ha querido reducir a pesar de que se verá obligada por ello a crear un fondo de reserva antes de 2024, al contar con más del 40% del capital). El empresario Tomás Olivo es el segundo accionista en peso, con el 5,1%. Le sigue con un 5% la sociedad Indumenta Pueri, de la familia Domínguez de Gor, propietarios de Mayoral. La gestora Santander Asset Management se sitúa con otro 4,9%, el fondo americano Fidelity con un 3,7% y Santalucía Seguros con un 3,2%.

En el accionariado de Liberbank aparecen las fundaciones de sus antiguas cajas de ahorros, la Corporación Masaveu, el inversor mexicano Ernesto Tinajero y el administrador de fondos Oceanwood Capital Management.

Buena recepción en la Junta

La noticia de estos nuevos contactos fue bien recibida en la Junta de Andalucía. «Toda operación de unión o de fusión que suponga un fortalecimiento de Unicaja, la vamos a ver con buenos ojos», dijo el consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior, Elías Bendodo, que mostró su confianza en el equipo directivo. «Hará una buena negociación y si fructifica, esperemos que sea positiva. Cualquier iniciativa que suponga un fortalecimiento del sistema financiero andaluz, evidentemente contará con el apoyo y el visto bueno de la Junta», añadió.

El vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, opinó que, «en un momento como éste», las dos entidades «tienen que buscar un posicionamiento en el mercado».