Últimamente todas las decisiones que se toman en el Ayuntamiento llevan el sello de la polémica. Ayer le tocó el turno a la elección del consejo de administración de Limasam, que nombró a Raúl Evaristo García Paine director gerente de la empresa, ya 100% municipal, tras un proceso al que han concurrido 12 aspirantes. La reunión en la que se eligió a este aspirante tuvo lugar al mediodía del miércoles y fue presidida por el alcalde. No en vano, la oposición municipal ve en este nombramiento un «dedazo» y critica la falta de transparencia que habría presidido el proceso.

García, nacido en Málaga, es ingeniero industrial, licenciado en Ciencias Ambientales e ingeniero en Organización Industrial, títulos obtenidos en la UMA. Comenzó a desarrollar su trayectoria profesional en el sector público. Ha ido ocupando cargos de creciente responsabilidad: desde encargado en la antigua Limasa, donde ha trabajado hasta ahora. Su experiencia tiene carácter internacional habiendo puesto en marcha, diseñado y gestionado los servicios de limpieza y recogida de Tánger y de recogida de Rabat.

La plaza de gerente se ofertó públicamente el pasado mes de agosto y para ella se pedía como requisito tener titulación académica universitaria o de grado equivalente, máster o doctorado. En cuanto a la idoneidad profesional se requería experiencia de al menos cinco años en dirección, gerencia o gestión de entidades públicas o privadas relacionadas con el puesto a cubrir. La retribución fija bruta anual es de 90.000 euros más un variable sobre objetivos de 20.000 euros, dijo ayer el Consistorio en una nota. Así la viceportavoz socialista, Begoña Medina, criticó la falta de transparencia y destacó que el sueldo «es ya el más alto del AyuntamientoBegoña Medina,, porque cobrará 110.000 euros anuales, por encima de las nóminas de los presidentes de los gobiernos regional y nacional». De la Torre «ha elegido a dedo a este nuevo gestor en un proceso oscuro, sin transparencia». Paqui Macías, edil de Podemos e IU, dijo: «No hemos visto ni el informe de la comisión técnica de selección que examina los currículos, ni el informe en el que se han basado para elegir a García Paine y no a otro aspirante, lo que vulnera el derecho a la información»