El concejal de Urbanismo, Raúl López, se reunió el pasado martes, por segunda vez en dos meses, con el propietario del ático y el tercer piso del número 5 de la plaza de María Guerrero, un edificio de 1910 con protección arquitectónica de primer grado, atribuido a Daniel Rubio.

Raúl López le trasladó la necesidad de que demuela cuanto antes los dos casetones del ático construidos con licencia de obra menor, actuaciones calificadas como «muy graves» por la Gerencia de Urbanismo.

Como informó La Opinión, el pasado mes de agosto el concejal se reunió con el propietario con el fin de avanzar en la resolución de un litigio urbanístico de 14 años que ha terminado en los juzgados y que por medio ha dado lugar a 11 multas coercitivas, una multa de 32.805 euros y tres órdenes de demolición y restitución de la legalidad urbanística.

«Para empezar a hablar, antes hay que demoler. No se puede hablar con un expediente de infracción abierto. Una vez estén demolidos los casetones, si solicita una licencia de obra le atenderé, como a cualquier persona, y si la ley permite lo que proponga, cómo lo voy a negar. Pero eso no será posible hasta que no cierre el expediente», explicó ayer el concejal de Urbanismo.

Raúl López también informó de que el mes pasado se reunió con Ana Cañero, la vecina del inmueble que a final de julio colgó un cartel en su terraza para protestar por los 13 años -ahora 14- «de una obra ilegal encima de este edificio, con protección arquitectónica I», rezaba la pancarta.

Tras reunirse con esta vecina, que denunció en este diario que con la construcción de los dos casetones «empezaron a salir grietas y humedades en toda mi casa», el concejal explicó que se comprometió con ella a que un técnico visitara el ático y el tercer piso, para comprobar si el propietario había dado cumplimiento a una sentencia que le obligaba a eliminar un nuevo forjado que obtuvo con la ampliación de la cubierta.

A este respecto, la visita de inspección tuvo lugar en la mañana de ayer miércoles, informó el concejal. Para Raúl López, se trata de otro «paso previo» antes de que la restitución de la legalidad permita a Urbanismo sentarse a hablar con el propietario sobre su propuesta para este inmueble protegido. El concejal de Urbanismo confió en que las demoliciones se realicen a la mayor brevedad posible.

Respuesta del propietario

Consultado por este diario, el propietario del ático y del tercer piso respondió ayer, poco antes de recibir la inspección de Urbanismo, que su intención es la de «empezar a derribar los casetones de forma inminente en cuanto reubique a los inquilinos».

También subrayó que no va a dar «ningún paso» por cuenta propia «ni a forzar a Urbanismo».

Como adelantó en agosto a este periódico, su propósito es presentar un estudio de detalle con una propuesta que tenga el visto bueno de la Gerencia.

En concreto, precisó que no superará los metros construidos que permite el catastro y que el proyecto consistiría en un ático con la terraza transitable, «a la misma altura que el edificio de al lado». Como explicó, el inmueble al que hace referencia, en la esquina con la calle Alcazabilla, «tiene la misma protección arquitectónica que este y le dieron la licencia, así que entiendo que se puede hacer; si no me llevaría una gran decepción», indicó.