Casi 27.000 trabajadores de la provincia de Málaga siguen incluidos en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) al término de septiembre, seis meses después de que estallara la pandemia y de que la economía del país entrara en una durísima etapa de incertidumbre. La cifra llegó a alcanzar los 122.000 allá por los meses de abril y mayo, cuando el estado de alarma y el confinamiento provocaron la parálisis de gran de parte del tejido productivo, pero se fue progresivamente reduciendo a medida que se levantaban las medidas de restricción de la actividad. Así, un 78% de afectados ha regresado a la actividad. El subdelegado del Gobierno en Málaga, Teófilo Ruiz, subrayó ayer la importancia que ha supuesto tanto para las empresas como para los trabajadores la protección a través de los ERTE.

Sin embargo, son muchos los negocios cuya facturación sigue bajo mínimos y con pocas perspectivas de mejora, lo que les obliga a mantener los expedientes en vigor. Los últimos datos indican que hay casi 7.500 firmas malagueñas con un ERTE activo (el 90% de los trabajadores está en uno de fuerza mayor). Hay empresas que, pese a haber rescatado a su plantilla, no han cerrado el expediente, sino que lo mantienen activo en previsión de que se vean obligadas a utilizarlo de nuevo.

El inconveniente para gran parte de estos negocios radica ahora en que la prórroga de los ERTE que pactó in extremis a finales de septiembre el Gobierno con la patronal y los sindicatos (y que extiende la vigencia de los expedientes hasta el 31 de enero de 2021) no incluye en todos los casos las mismas exenciones que hasta ahora de las cotizaciones de sus empleados. Eso está obligando, por ejemplo, a que los negocios de sectores clave en Málaga como la hostelería o el comercio tengan que decidir si cambian la modalidad de ERTE a la que están acogidos para seguir disfrutando de esas exoneraciones especiales que se establecieron con motivo de la crisis del coronavirus.

El plazo que ha dado el Gobierno para que las empresas que hayan visto prorrogado el ERTE presenten nueva solicitud colectiva de desempleo ante el SEPE finaliza el 20 de octubre. La nueva solicitud ha de presentarse especificando qué trabajadores siguen en ERTE y si éste es de toda la jornada o parcial. Esta premura ha hecho que los despachos de asesoría laboral de la provincia no den abasto estos días por las llamadas de cientos de empresas qué preguntan cuál es la mejor opción a seguir, según explica a este periódico el presidente del Colegio de Graduados Sociales de Málaga, Juan Fernández.

«Están siendo días frenéticos para todos los compañeros, que están recibiendo muchas consultas. A mi juicio, la normativa del Gobierno acarrea que tengan que realizarse nuevos procedimientos, porque se retiran las bonificaciones en algunos tipos de ERTE para varios sectores. Estamos atendiendo muchas llamadas de bares, comercios, peluquerías, y tratamos de aconsejarles», comenta Fernández, que lamenta que el Ejecutivo haya apurado hasta el final para pactar las condiciones de prórroga de los ERTE.

El presidente de la asociación Comercio Málaga, Salvador Pérez, afirmó que, efectivamente, «hay un desconcierto fuerte» entre las empresas sobre el tipo de ERTE que adoptar, por lo que estos días están siendo de muchos contactos con las asesorías legales. «Aún no sabemos cómo va a encajar todo. Estamos trabajando a tope. Es una tema complicado, y no parece estar muy claro», admitió.

El nuevo mapa de los ERTE

De entrada hay que decir que los ERTE por causa de fuerza mayor derivada de la incidencia del Covid-19 que estén en vigor son prorrogados de forma automática, es decir, sin necesidad de presentar ningún escrito o comunicación a la Autoridad Laboral.

Sin embargo, la nueva normativa establece que a partir del 1 de octubre únicamente podrán disfrutar de exoneraciones por este tipo de expedientes las empresas pertenecientes a un limitado número de sectores que presentan una elevada tasa de incidencia de ERTE y una reducida tasa de recuperación de trabajadores para la actividad. Son 42 epígrafes de la clasificación nacional de actividades económicas (CNAE) y entre ellos figuran los hoteles y establecimientos similares, el transporte marítimo y aéreo, los espectáculos, así como algunas actividades de segmentos específicos. Para las firmas con 50 empleados o menos las ayudas serán del 85% hasta enero y para las de más de 50 el porcentaje será del 75%.

Como opción, también se permite incorporarse a estos «ERTE de sector» a aquellas empresas que demuestren que su negocio depende, indirectamente y en su mayoría, de los ámbitos mencionados anteriormente o que formen parte de la cadena de valor de los mismos. La solicitud de declaración de empresa dependiente o integrante de la cadena de valor deberá ser presentada del 5 al 19 de octubre, y la autoridad laboral deberá resolver en un plazo de cinco días petición, transcurrido el cual se considerará concedida por silencio administrativo.

Sin embargo, según explica Fernández, son escasos los negocios que podrán acogerse a esta figura, ya que sólo hablaríamos de casos, por poner algún ejemplo, de proveedores de hoteles o restaurantes, tiendas y bares que estuvieran instalados dentro de un establecimiento hotelero.

Así las cosas, el Colegio considera que, en esta nueva etapa, la mejor opción para hosteleros o comerciantes que hayan vuelto a la actividad y que estuvieran en ERTE de fuerza mayor total o fuerza mayor parcial es pasarse a un expediente «por limitación de actividad».

Esta tipología protege a empresas que se vean afectadas por limitaciones puntuales de su producción, aunque puedan seguir operando. Un ejemplo sería cualquier bar o restaurante, ya que actualmente la Junta de Andalucía. Las exoneraciones, en el caso de las empresas de menos de 50 trabajadores, irán bajando progresivamente, desde un 100% en octubre a un 60% en enero. Y para las firmas con una plantilla superior, del 90% en octubre al 70% en enero.

Por otro lado, se han establecido los ERTE «de impedimento de actividad» para todas las empresas que se vean forzada a cerrar por una decisión gubernamental (heredando también la figura del expediente por rebrote). Ya sea por un rebrote temporal, como por ejemplo, un bar ubicado en un barrio en el que se ha detectado un repunte de los contagios y para el cual un gobierno autonómico decrete temporalmente el cierre; o bien por un cierre decretado desde hace tiempo, como sería el caso del ocio nocturno, que lleva vetado desde hace meses.

En el caso de estos ERTE «de impedimento», las empresas recibirán una exoneración del 100% de las cotizaciones de sus empleados a la Seguridad Social siempre que no tengan más de 50 empleados. Si tiene más, las ayudas serán del 90%. La exoneración de cuotas durará mientras permanezca vigente la orden administrativa que impide dicha actividad económica.

También hay que destacar otro punto importante: los ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas o productivas seguirán vigentes según las condiciones comunicadas a la autoridad laboral si bien dejarán de recibir exoneraciones de cuotas, salvo algunos supuestos cuya actividad se encuentre incluida en el anexo de actividades específicas. Las empresas con este tipo de ERTE prorrogados también deberán presentar nueva solicitud colectiva de desempleo al SEPE antes del 20 de octubre para que sus trabajadores afectados puedan cobrar las nuevas prestaciones por desempleo.