Un portavoz vecinal de la Asociación de Vecinos Palma-Palmilla Un nuevo futuro ha reclamado esta semana que se ponga en marcha la intervención social acordada entre los vecinos y el Ayuntamiento, para dar una salida a las entre 80 y 150 familias que viven del mercadillo ilegal de La Palmilla, que se instala en la avenida Mari Ángeles Arroyo de lunes a sábado.

«Aquí hay un problema social, la gente coge las cosas de la basura para poderlas vender, lo que significa la miseria en la que vivimos», subrayó. El portavoz vecinal ha criticado el cíclico desmantelamiento del mercadillo que realiza la Policía Local, «porque cualquier actuación que tú hagas tiene que ir acompañada de una actuación social; no puedes quitar aquello y dejar a la gente abandonada porque para eso tenemos el área de Derechos Sociales».

El portavoz detalló que «en cuanto se va el coche de la policía vuelven a vender. Ya sabemos que es ilegal pero hay una realidad a la que hay que darle una solución», reclamó.

En este sentido, recordó que durante la pandemia los vendedores, en su mayoría vecinos del barrio magrebíes y en menor medida rumanos y españoles, cumplieron «a rajatabla» el confinamiento, lo que les ha supuesto agravar su precaria situación económica.

Quejas de los vecinos

El representante vecinal admitió no obstante que el mercadillo provoca la protesta de vecinos, sobre todo por la suciedad y las peleas entre algunos vendedores. A este respecto, una de las vecinas más afectadas por este mercado de segunda mano ilegal es Conchi, que vive en un bloque de La Palmilla muy próximo al bulevar. En su opinión, «la solución es quitarlo». La vecina señaló que «si fuera un mercadillo normal, podría ser pero lo que no me gusta es la mierda que traen y las peleas: el otro día, un vendedor dejó tirado un televisor en el contenedor hasta que la policía se fuera; lo vio mientras otro vendedor, lo cogió y tuvieron más de una discusión».

El portavoz de Palma-Palmilla Un nuevo futuro, por su parte, también quiso recordar que el año pasado los comerciantes lograron organizarse en una asociación a la que se sumaron 80 de ellos. «Se crearon unas normas de convivencia que se fueron cumpliendo: se ponían por las tardes y luego limpiaban aquello y lo tiraban en los contenedores», detalló, y señaló que con la llegada del confinamiento toda esta situación se ha trastocado.

Además, el representante vecinal mostró su preocupación por el anuncio municipal de reforma del bulevar Mari Ángeles Arroyo, que obligará a levantar el mercadillo. «Creo que una vez que se ponga todo nuevo no van a permitir que en una zona nueva vuelva a instalarse el mercadillo», indicó.

En su opinión, el Consistorio no puede dejar tiradas a estas familias y debe acudir con trabajadores sociales a atenderlos. «Además, si quitas el mercadillo el barrio se muere porque todos los negocios que hay alrededor no venden, ya que quieras o no por ahí se mueven 2.000 personas al día y le estás dando vida a bares y tiendas», argumentó.

Respuesta del Ayuntamiento

Fuentes municipales declararon ayer que el mercadillo de La Palmilla es ilegal y además provoca molestias a los vecinos, sin entrar a valorar la intervención social que reclama la Asociación de Vecinos Palma-Palmilla Un nuevo futuro.