Isaac Benzaquén avanzó hace unos días en Málaga los objetivos de la nueva directiva de la Federación, entre los que se encuentran unas jornadas sobre la figura del malagueño Ibn Gabirol.

P Se ha puesto al frente de la Federación de Comunidades Judías de España en un momento complicado, marcado por la pandemia.

R Sí, pero en el tema del Covid siempre hay que buscar partes positivas. Nos dimos cuenta de la solidaridad que había entre la gente, nos dimos cuenta cómo ante personas necesitadas que no podían ni salir a comprar un equipo se organizaba y servía comida todos los días a esas familias y nos dimos cuenta también de que los mayores necesitaban mayor apoyo, porque vimos la soledad que tenían. Nosotros, como federación, formamos un comité de crisis a nivel nacional, formado por médicos judíos que viven en distintas partes de España. Estos profesionales le han dado apoyo psicológico y han hecho un seguimiento en cada uno de los lugares que estaban a las personas que estaban afectadas por Covid, desde la federación estábamos en contacto diario con todos los presidentes de comunidades que nos iban contando la evolución. Hemos tenido 11 fallecimientos por Covid, la mayoría personas mayores, y yo aquí siempre recalco que tengo que estar muy agradecido a las autoridades porque nos permitieron enterrar a nuestros seres queridos dentro de lo que es nuestra costumbre y nuestra tradición y para nosotros fue un gesto muy importante.

P ¿Qué supone para Málaga y para las comunidades del sur que la presidencia de la Federación haya salido de Madrid?

R La verdad es que el hecho de que haya un presidente de la federación que no viva en Madrid ha sido un cambio significativo. Son las circunstancias, pero es verdad que esto no hubiese ocurrido si las comunidades del sur no fuesen lo importantes que son y no tuvieran la presencia que tienen hoy en la federación.

P En la presentación de esta nueva etapa, hacía autocrítica reconociendo que las comunidades se tienen que abrir más a la sociedad, pero ¿no cree que falta también transmitir más qué legado dejó el pueblo judío en el pasado en España?

R Yo sigo pensando que ese pasado sigue siendo un gran desconocido, pero si no hay apoyo por parte de las instituciones difícilmente en una federación con los recursos que tiene seremos capaces de sacarlo adelante. Hay iniciativas que ya llevamos a cabo, y entendemos que hay que introducir en las asignaturas del bachiller y la enseñanza obligatoria el legado judío-sefardí, las figuras tan importantes que ha habido. Estamos trabajando con la Junta de Andalucía, hemos propuesto dos cosas. Primero nos gustaría que este tipo de materia se introdujese en las escuelas para que los jóvenes tuvieran un conocimiento mayor del legado judío-sefardí. Y otra cosa muy importante que hemos pedido es que se introduzca el holocausto en el estudio, con eso intentamos que los chavales salgan de las escuelas con un conocimiento objetivo, luego cada uno tendrá su opinión de la realidad de su día a día. Creo que son dos cosas que serían muy valientes por parte de las instituciones. Y recientemente he mantenido un encuentro con el director adjunto del Ministerio de Educación, hemos estado trabajando en estos dos temas y seguiremos trabajando porque coincide con nosotros en que tanto un tema como otro son importantes introducirlos en la enseñanza. Si es así sería un paso muy importante.

P El antisemitismo sigue siendo una realidad e incluso cada vez más presente en algunos países europeos.

R Sí, la aparición de partidos de extrema derecha, el radicalismo del Islam por un lado, luego ese discurso tan radical de la extrema izquierda en relación al conflicto palestino-israelí, la llegada de refugiados a Europa que luego se radicalizan en el Islam, son factores que están ayudando al crecimiento del antisemitismo. En ese sentido, sí que es verdad que en España nos sentimos muy cómodos, España no es un país antisemita para nada, existen prejuicios como lo existen en el resto del mundo, pero sí nos preocupa el crecimiento del antisemitismo en el resto de Europa.

P Los prejuicios contra el pueblo judío han existido en Europa desde siempre,el antisemitismo se encuentra desde que los primeros judíos llegaron al viejo continente, pero ¿entiende que el conflicto palestino-israelí no ha ayudado en ese sentido?

R Ha habido una evolución importante del concepto de antisemitismo, el judío ahora es un judío integrado en la sociedad, no está discriminado para nada, yo me he sentido en todo momento en España igual para todo, por lo cual ese tipo de antisemitismo va desapareciendo felizmente. Porque hemos sido capaces de demostrar a la sociedad que no somos nada de lo que dicen de nosotros, a través del trabajo, del esfuerzo, de la responsabilidad. El estado de Israel era un ideal del movimiento sionista, entonces ahora el antisemitismo está tomando el nombre de antisionismo. No te voy a decir que los estados todo lo hacen bien, ninguno lo hace bien, no te voy a decir que las decisiones que toman los estados siempre son compartidas por igualdad por todos. El estado de Israel es uno más, es un estado que intenta crecer, con las limitaciones que tiene lamentablemente, quiere vivir en paz, que los jóvenes no quieren ir al ejército, que los padres no quieren pensar que tiene dos hijos con dos posiciones distintas en Israel y que le pueden dar una mala noticia y eso está calando mucho a la sociedad israelí.

P ¿Qué supuso para las comunidades judías que el Gobierno diera la oportunidad de pedir la nacionalidad española a las personas de origen sefardí?

R Ha sido un gesto muy importate, cuando se hizo el acto oficial en el Palacio Real recordamos las palabras del Rey: «Cuánto os hemos echado de menos», fue precioso. A través de la federación hemos tramitado casi 90.000 expedientes de sefardíes, ahora mismo queda mucho por tramitar. Ha sido uno de los hechos más emocionantes que como federación hemos podido realizar, es la primera vez que en el Parlamento por unanimidad se aprueba el proyecto. Para los sefardíes, y en esto incluyo a judíos y no judíos, ha sido un reencuentro con su pasado, y yo te diría de personas que cuando han recibido el pasaporte se han puesto a llorar. Y sobre todo lo más importante es que como país les hemos dado al mundo un ejemplo de apertura y de reconocimiento del error cometido en el pasado y en eso España ha sido líder.