«Gracias a Dios no ha pasado nada, pero llevamos muchísimos años y es un peligro», resume Salvador Medina, presidente de la Asociación de Vecinos de Los Prados.

El presidente vecinal muestra a La Opinión el estado de la calle Bachiller Palma, asomada a un talud que linda con las vías del tren. Desde lo alto, los vecinos disfrutan de un mirador con vistas de la Málaga industrial, pero quienes viven en esta calle se encuentra más que preocupados.

«Mira qué grieta más grande», anuncia Josefa Díaz, de la asociación de vecinos,que señala la grieta de un tamaño considerable que se abre paso por la calzada. El problema es que también recorren algunas casas de esta vía.

«Cinco viviendas son las más afectadas», resalta Lorenzo Márquez, también de la asociación de vecinos. La situación se ha agravado tanto, que una de ellas parece haberse desgajado ya de la que tiene justo al lado y presenta una llamativa inclinación. «Así lleva siete u ocho años», calcula Antonio Medina, el propietario de la vivienda. Nada más entrar en el salón se aprecia que el suelo está inclinado.

« Esto tiene 200 metros cuadrados, he estado trabajando toda mi vida para tener esta casa y ahora, por no hacer las cosas en condiciones, me encuentro con esto», lamenta Antonio Medina, que muestra las grandes grietas que recorren una de las esquinas.

El que no se hayan hecho las cosas en condiciones también lo comparte la asociación de vecinos, que recuerda que hacia 2008, «el Ayuntamiento se gastó 335.000 euros en hacer la calle entera; se hizo una cala de 2,5 metros y pilotaje a seis metros de profundidad pero no ha servido de nada. Sigue igual», lamenta Lorenzo Márquez.

La misma preocupación comparte María del Carmen Macías, que vive en la casa de al lado. Mientras señala las grietas de su fachada confiesa: «Algunos días tengo ganas de llorar, porque cuando hay viento o lluvia me pongo mala».

La asociación de vecinos subraya que tanto los concejales de Urbanismo y del distrito, Raúl López y Teresa Porras, respectivamente, como el alcalde, Francisco de la Torre, han visitado la calle y conocen bien el problema.

«Estamos a la espera de un estudio técnico nuevo porque el anterior no llevó a ninguna parte. El alcalde quiere saber por qué se producen las grietas», cuenta Josefa Díaz.

Para el presidente vecinal, la única solución sería «un muro de contención» que, calcula, «costaría siete millones de euros. Sería un muro tipo pantalla como los que se usaron para construir el metro», aclara.

Basura y maleza

La asociación de vecinos también quiere aprovechar para denunciar el estado de suciedad casi perpetuo del talud que linda con las vías y que pertenece a Adif. Los vecinos le han reclamado por escrito que retire la maleza y la basura.

La entidad pública respondió el pasado septiembre, en una carta dirigida al distrito, que Adif realizaba tareas de limpieza «de forma periódica» y reconocía que era «realmente complicado combatir las acciones incívicas de algunos ciudadanos que utilizan estas zonas como vertedero», algo que, en ocasiones, trascendería «el ámbito de responsabilidad de Adif».

Los vecinos no están conformes con la respuesta y siguen sosteniendo que la entidad pública no limpia con la frecuencia que debiera.

Con respecto al problema de las grietas, el concejal de Urbanismo, Raúl López, informó el pasado viernes a este diario de que la Gerencia requirió la asistencia técnica de la empresa Cemosa para que analizara el problema, «se lo contamos a los vecinos y encargamos a la misma asistencia técnica que, una vez finalizado el análisis, realizara un proyecto, que ya está terminado, a la espera del visto bueno de los técnicos de la Gerencia».

El concejal explicó que consistirá en una «micropilotación lateral» para amarrar la zona como si fuera un anillo. El proyecto, precisó, lo conocen los vecinos.

Raúl López detalló por último que los técnicos de Urbanismo están revisándolo y cuando finalicen, la idea es incluirlo en los presupuestos y licitarlo, posiblemente, el año que viene.