­La pandemia del coronavirus ha golpeado duramente a la economía en este 2020, destrozando las perspectivas de sectores claves como el turismo, el comercio o los servicios y dejando a decenas de miles de trabajadores en la incertidumbre, en vista del incierto futuro. El Colegio de Economistas de Málaga no es nada optimista con la situación. Su decano, Juan Carlos Robles, afirma a La Opinión de Málaga que no habrá visos de recuperación económica mientras no se logre establecer una cierta seguridad sanitaria, y se muestra crítico con las diferentes medidas de restricción adoptadas hasta ahora, por considerarlas poco eficaces. Robles teme además que, a partir de enero, pueda haber un gran número de quiebras empresariales.

La economía española y andaluza ya están en recesión, al haber encadenado en este 2020 dos trimestres a la baja, ¿cuál es a su juicio el panorama a medio y corto plazo?

Trágico. Vamos a pasar de recesión a depresión. La economía está totalmente tocada. Estamos generando una bolsa de desempleo brutal. Los trabajadores en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que se han reincorporado a sus puestos pueden volver a caer, y habrá otros casos de empresas que terminen en un ERE (expedientes de extinción de empleo). Hay un problema de economía privada y de economía pública, porque el desempleo va a crear un gasto enorme ¿Cómo va España a financiar a corto plazo este coste? La gran masa de parados va a llegar a partir de final de año.

Las cosas podrían ser mucho peor, se dice, si no se hubieran activado mecanismos como estos ERTE, cuyas condiciones se han ampliado, con condiciones, hasta final de enero. ¿Cree que serán sostenibles a más largo plazo para el erario público?

No. El Estado ya no tiene dinero. Le costó mucho trabajo renegociar la prórroga de los ERTE hasta enero sencillamente por esta razón. El Gobierno central acaba además de renunciar a 70.000 millones en créditos del fondo europeo de reconstrucción para evitar endeudarse más. No es sostenible. Estamos al borde de la bancarrota como país.

¿Eso es así? Suena muy duro.

No somos conscientes de que puede haber muchas empresas que a partir de enero caigan y echen a los trabajadores. Las quiebras y los concursos de acreedores se van a multiplicar.

Pero entonces, ¿qué alternativa hay para sostener el empleo en estos momentos?

Las medidas económicas requieren en primer lugar de medidas sanitarias eficientes ¿Qué problema hemos tenido en España? Que se está confinando por sectores, por ciudades, por áreas de población... todo eso no sirve de nada. Desde el principio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó hacer todos los test posibles. Aquí no se está haciendo eso, sólo a nivel hospitalario, en centros de salud colapsados o en el ámbito privado. Los test deberían haberse hecho de forma masiva a toda la población usando las farmacias, cuyo personal está preparado para ello. No hay un servicio sanitario más capilarizado que éste pero no se les ha permitido hacerlo, pese a que el Consejo General de Colegios Farmacéuticos se ha ofrecido. Así, se podría haber aplicado un sistema de confinamiento eficaz, donde se aislara sólo a los están enfermos y se hiciera también una trazabilidad de sus contactos. Confinando a los sanos lo único que vamos a conseguir es arruinarnos. Es absurdo. Y eso lo ha pagado el turismo y la hostelería. Hemos pagado la inseguridad sanitaria de no haber hecho test masivos. Sería caro, sí, pero más aún lo es detener la economía. También habría que hacer PCR en todos los aeropuertos, puertos y estaciones AVE para evitar contagios importados.

¿El consumo se recuperará o nos esperan meses de baja demanda?

Nos quedan meses de bajo consumo, y más si se produce un nuevo confinamiento. Todo eso sólo va a beneficiar a Amazon y al comercio electrónico. Pero la hostelería y el comercio presencial van a seguir sufriendo. Hay miedo. Si queremos tener recuperación económica hay que imponer primero una seguridad sanitaria. No habrá consumo en la calle mientras no tengas la tranquilidad de saber que las personas están libres de Covid, y esa seguridad la dan los test masivos.

¿Están funcionando los préstamos del ICO?

El ICO realizó estos meses una gran financiación a las empresas, pero los plazos de devolución empiezan ahora, y muchas no van a tener forma de devolver esos préstamos.

La campaña de verano fue un fracaso económico a nivel turístico y ahora se teme que ocurra lo mismo en cuando a consumo con la Navidad, ¿puede ser la puntilla para muchos negocios?

La Navidad va a ser desastrosa, y eso provocará una sangría de empresas. Hay muchos sectores que tienen su centro vital del año en el consumo y las compras de las fiestas navideñas. Salvan al año en estas fechas. Pues para ellos va a ser la puntilla. Habrá ventas, lógicamente, pero con tanta población sin empleo o con riesgo de perderlo, la gente va a reducir sus compras, y eso repercute también luego sobre toda la industria de proveedores del comercio.

Mencionó antes los concursos de acreedores. ¿Qué panorama augura?, ¿caerán más empresas por las dificultades económicas?

A partir de enero, la cifra de concursos puede crecer mucho, porque también acaba la prórroga de los ERTE y, si no se renuevan de nuevo, las empresas no van poder asumir todos los costes. Algunos informes apuntan a que el volumen de concursos se pueden multiplicar hasta por diez en 2021. Muchas empresas están esperando también a enero para presentar el concurso porque el Gobierno, con el estado de alarma, permitió suspender hasta final de año el deber del deudor que se encuentre en estado de insolvencia de solicitar la declaración concursal. Como digo, este aumento previsible de los concursos de acreedores pueden generar un nuevo colapso judicial. En Málaga sólo tenemos dos juzgados de lo Mercantil y el propio CGPJ ha reconocido otros años que, con el volumen de casos que hay, harían falta, unos ocho juzgados más. Imagine entonces lo que puede suceder. Para las empresas en dificultades, el concurso es la última oportunidad para gestionar las deudas con sus acreedores. Pero si el concurso se dilata varios años por la sobrecarga de casos en los juzgados termina desapareciendo. Estamos a la espera de saber si el CGPJ ha incluido o no a Málaga en sus planes de creación de nuevos juzgados. Si no se crean, al menos, dos nuevos juzgados mercantiles sería una catástrofe.

Esta crisis evidencia de nuevo la dependencia del turismo y hostelería. ¿Hay que diversificar más?

Sigue faltando más industria, aunque este sector también se ha visto afectado por el impacto de la media. No sólo no creamos sino que perdemos las que tenemos, como se ha visto con la noticia del cierre de la planta de Coca-Cola. En general, el segmento que mejor está aguantando es el agroalimentario, porque no han cambiado son nuestras necesidades básicas. Aunque el patrón de consumo ha cambiado: sube la compra en supermercados y baja en restaurantes. La exportación también está respondiendo.

La incertidumbre es un freno a las inversiones, ¿cómo va a afectar a Málaga, tan necesitada de ellas?

Afecta a Málaga al igual que a toda España. La gestión de la pandemia ha sido en conjunto un verdadero fracaso. Tenemos las peores cifras de Europa tanto en la primera ola como en la segunda. La pérdida de inversiones va a ser dramática.

La crisis sanitaria ha extendido el modelo de trabajo, ¿cómo influirá en el ámbito laboral?

El teletrabajo ha venido para quedarse, está claro, pero sólo puede aplicarse en algunos sectores. Esto va a cambiar tanto el modelo de trabajo como el de las propias relaciones laborales. El cómputo de trabajo por horas va a ir dejando paso a la idea de productividad, a la eficacia. El paradigma va a cambiar. En cuanto a los salarios, tengo la sensación de que no van a subir de momento, sobre todo tras la subida abrupta que se aplicó al Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Eso va a absorber de momento la posibilidad de nuevos incrementos pactados en la negociación colectiva. Es verdad que los salarios en España son bajos pero pienso que si las empresas consiguen ser más productivas a través de nuevos modelos organizativos, eso también se traducirá en mejoras salariales.

Los empresarios reclaman moratorias fiscales y apoyos en el acceso a la financiación. Y temen que el Gobierno decida subir aplicar una subida de impuestos que, entienden, les haría aún más complicada esta dura coyuntura.

De los 27 países de la Unión Europea somos los que menos ayudas fiscales hemos a aprobado. Sólo se han aplicado unos aplazamientos algo absurdos de un mes que no han servido de nada. En otros países han adoptado medidas mucho más inteligentes como ir a los impuestos de este ejercicio, para aplazar su pago a lo largo de los próximos años, con una serie de condiciones. Aquí en España se ha machacado al contribuyente y a las empresas sin haberle dado ningún tipo de ayuda. Si ahora además se habla de subir el IVA lo que vamos a hacer es penalizar el consumo. No tiene sentido. Al final vas a recaudar menos. No es momento de subir impuestos, en absoluto. Si tienes una depresión del consumo y lo gravas, la gente lo que va a hacer es consumir todavía menos. Eso destrozaría la economía privada. Y no hay economía pública sin economía privada. Medidas así dan todavía más miedo que la propia pandemia que estamos viviendo.

Decía esta semana Analistas Económicos de Andalucía que el promedio de tasa de paro este año puede subir hasta el 25% de la población activa.

Podemos llegar en torno al 30% de tasa de paro, porque tenemos una gran dependencia del turismo y la restauración. Para que haya turismo, España tiene que ser un país sanitariamente seguro. En la anterior crisis económica de 2008, el turismo sostuvo la economía porque España mantenía esa seguridad, pero el problema es que ahora no lo es. Y el turismo tiene miedo de venir. Habrá que ver cómo aguantan los hoteles. Me temo que puede haber algunos cierres.

¿Cuál es la clave para arreglar esto?

Una vacuna traería seguridad sanitaria, pero eso puede tardar. Lo que necesitamos son gobernantes que se pongan en manos de un comité de reconstrucción constituido por profesionales. Italia, por ejemplo, ha apostado por profesionales y ahora está mejor que nosotros.