Un total de 6.089 abogados malagueños votarán el próximo miércoles, 28 de octubre, para elegir al nuevo decano del Colegio de Abogados de Málaga, unas elecciones que se viven con tensión y emoción cada vez que se celebran, al tratarse de la institución colegial con más colegiados en la provincia y la que tiene una mayor proyección y penetración social por su programa de eventos. Las listas que concurren a estas elecciones son abiertas, es decir, no se vota a toda la candidatura, sino que se elige puesto a puesto, por lo que se renuevan los cargos de decano, vicedecano, secretario y los trece diputados que conforman la Junta de Gobierno.

Son tres los candidatos que se presentan en esta ocasión para ser decano durante los próximos cuatro años: Salvador González Martín, María Dolores López Marfil y José Manuel Conejo. El elegido o elegida, en esta ocasión, tendrá cuatro años de acción de gobierno por delante, después de algunos mandatos que se situaron en tres años. El actual decano, Francisco Javier Lara, y su Junta de Gobierno volvieron a situar en cuatro años el periodo de mandato. Además, el decano o decana sólo puede estar dos mandatos consecutivos.

Lara, por cierto, ha estado ocho años y bajo su mandato la abogacía malagueña ha alcanzado importantes logros y librado destacadas batallas, como la primera manifestación togada de la historia, que recorrió las calles de la capital para pedir el fin de las tasas judiciales que quiso imponer Alberto Ruiz-Gallardón en el primer Gobierno de Rajoy, la polémica por los honorarios que perciben los abogados de oficio, que ha sido constante con la Junta, y ha cosechado importantes metas como la consolidación del Congreso de la Abogacía malagueña, que se celebra cada mes de octubre, como una de las citas de mayor proyección científico-jurídica del país.

También fueron sonados los enfrentamientos con la judicatura local para tratar de que no se suspendieran tantos juicios y subsanar las deficiencias de la Administración de Justicia, y, sobre todo, Lara le ha dado una importantísima proyección al colegio como sede de interlocución social para con los malagueños, tratando de acercar la figura del abogado a todos los rincones de nuestra geografía. Por ello, ha recibido importantes reconocimientos.

Este año, debido a la crisis sanitaria del Covid-19, está previsto que los comicios estén más abiertos y disputados que nunca, porque muchos de los letrados van a optar por votar de forma telemática, algo que ya se podía hacer antes pero que ahora, dada las restricciones de seguridad que se están imponiendo, adquiere más sentido que nunca. Fuentes consultadas explican que ello podría provocar, precisamente, unos comicios muy abiertos, de forma que cada voto para cada uno de los dieciséis cargos se dispute hasta el último minuto. Es posible, incluso, que no sean elegidos los que parten a priori como favoritos. Desde el pasado jueves, 22 de octubre, los letrados malagueños pueden votar para elegir a su decano.

Retos del colegio

El elegido tendrá que hacer frente a importantes retos: mantener la excelencia de los programas de formación del Colegio, continuar peleando por subir los honorarios de los abogados del Turno de Oficio, que siguen estando muy mal pagados por mucho que hayan subido algo en los últimos años, favorecer la implantación de las nuevas tecnologías en los despachos profesionales y apoyarlos, precisamente ahora, que se prevé una importante caída en la facturación y el número de clientes de los juristas debido a la crisis económica derivada de la sanitaria, entre otros muchos retos.

Los candidatos

Salvador González Martín es especialista en Derecho Mercantil, Civil, Procesal y Arbitral. Es el director de Grant Thornton Andalucía y profesor de Derecho Mercantil de la UMA. En el boleto electoral tiene especial relevancia la figura de la candidata a vicedecana, la abogada Flor Carrasco, muy prestigiosa y respetada en Málaga. Se presenta, según dijo González en una reciente entrevista, «porque siempre que he participado en el colegio lo he hecho enfrentando distintas responsabilidades y he recibido mucho de la institución. En este momento de mi carrera, siento que es el momento de devolverle al Colegio todo lo que me ha aportado a lo largo de los años». Asimismo, explica que uno de sus objetivos «será hacer del colegio una referencia y apoyo para los abogados malagueños, que les facilite las herramientas necesarias».

María Dolores López Marfil, de ganar, sería la primera decana del Colegio de Abogados de la historia. Es una prestigiosa abogada del bufete López Ceres. Es abogada generalista, con especial atención al Derecho Matrimonial, Civil y Penal. Ha pertenecido en su ya amplia trayectoria a las comisiones Mujer y Derecho, del Turno de Oficio y la que creó los estatutos colegiales, además de ser profesora y ponente en cursos y de Derecho Procesal en la UMA. Promete transparencia, racionalización económica y una defensa del Turno de Oficio. «Me presento para hacer realidad un proyecto, en segundo lugar porque creo que existe una forma muy distinta de gestionar nuestro colegio de como se ha hecho hasta ahora y el equipo que hemos formado va a estar a la altura; y, sobre todo, por honrar la memoria de mi padre, Antonio López Ceres, que era letrado y fue muy maestro. Creo que llegar a ser la primera mujer decana del Colegio de Abogados sería, aparte de marcar un hito en la abogacía malagueña, la culminación de mi carrera como letrada».

También se presenta José Manuel Conejo Ruiz, que tiene despacho en Málaga y es abogado, mediador, árbitro y administrador de fincas. Es letrado desde 1985 y titular del bufete Conejo Abogados. Está especializado en Mercantil, Penal y Civil, así como en asuntos relacionados con indemnizaciones. Es profesor del Máster de Abogacía y de la Escuela de Práctica Jurídica, además de ocupar diversos cargos en sucesivas juntas de gobierno, como la actual, en la que era diputado primero, aunque dimitió para poder presentarse a las elecciones del próximo miércoles. ¿Por qué se presenta? «Tras 35 años de ejercicio profesional, muchos de ellos vinculados al Colegio, y la experiencia adquirida en estos últimos años en la gestión del mismo, es el momento de dar el salto y pasar a primera línea con un equipo muy cohesionado y coordinado, un proyecto real, con propuestas concretas realizables, que lleve al Colegio de Abogados de Málaga al futuro que se merece. Y todo ello para y por los abogados malagueños, en defensa de la abogacía, sin olvidarnos de la sociedad a la que pertenecemos. La defensa de la abogacía y la dignificación de la profesión son nuestras premisas».