La Policía Local de Málaga desalojó y ordenó el cierre de un establecimiento de La Palmilla tras comprobar que incumplía las mínimas medidas sanitarias de seguridad relativas a la pandemia por Covid-19. Los hechos se produjeron sobre las 00.30 horas del pasado domingo en un la plaza de La Palmilla, donde efectivos del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) y de la Jefatura Norte de la policía municipal comprobaron que del interior de un establecimiento salía una espesa humareda y decidieron realizar una inspección.

Según ha informado el cuerpo policial, se encontraron con un elevado número de personas que no usaban mascarillas, no guardaban la distancia de seguridad y que fumaban en cachimbas, lo que motivaba el intenso humo que salía al exterior. Una vez en el interior, los policías constataron que se atendía a los clientes en mesas sin la separación adecuada, sirviéndose bebidas alcohólicas y no alcohólicas y con un servicio de barra que acumulaba un gran número de personas juntas. En las mesas, los clientes compartían un total de ocho cachimbas, además de haber música ambiente a un volumen elevado.

Ante las irregularidades detectadas, se procedió al desalojo controlado del local, cuantificándose un total de 36 personas en el interior. Todas fueron identificadas y denunciadas por no hacer uso de mascarillas ni guardar la distancia de seguridad, encontrándose entre ellos varios menores de edad. Concretamente, uno de los presentes, de 32 años, estaba a cargo de tres menores de entre 9 y 12 años, siendo dos de ellos hijos suyos y el tercero un sobrino, los cuales se encontraban igualmente sin mascarillas y en un ambiente y hora inadecuados para ellos.

Los agentes identificaron al responsable y propietario del local, un hombre de 43 años, que manifestó que se estaba celebrando un cumpleaños y que no presentaba declaración responsable ni ninguna otra documentación referente a la actividad comercial que realizaba. El local era una vivienda que había sido rehabilitada como bar en un bajo del bloque, con una puerta abierta al exterior y una escalera de hierro acoplada a la misma para dar acceso sin tener que pasar por el portal. Ante la posibilidad de que esto supusiera una infracción urbanística, el caso se puso en conocimiento del Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga.

El interior del establecimiento se encontraba diáfano, sin tabiques interiores, contando con barra, cocina con campana extractora, dos neveras, una de ellas industrial, juego de futbolín, diez cachimbas, mesas, sillas y zona de sofás con mesas bajas. En el registro del establecimiento se localizaron dos defensas extensibles escondidas detrás de una máquina tragaperras, así como un trozo de hachís en el interior de un paquete de tabaco. El propietario reconoció que todo era suyo, por lo que fue denunciado en acta tanto por las armas prohibidas como por la posesión de la sustancia estupefaciente. Igualmente, localizaron un cigarro porro sobre la barra que al parecer estaba consumiendo uno de los asistentes, por lo que se levantó igualmente acta por permitir el consumo de sustancias estupefacientes en el interior del local.

Asimismo, los policías locales levantaron acta de denuncia por incumplimiento de las medidas de prevención y contención ante el COVID-19 por incumplimiento de la distancia de seguridad y la venta de cachimbas para su consumo en mesas de manera compartida, en lo que a infracciones leves a la normativa se refiere, así como por la infracción grave de permitir celebraciones o actividades expresamente prohibidas o suspendidas por la normativa aplicable suponiendo un riesgo para la salud de la población con un número de personas superior a quince e inferior a 100.

A ello se suma el acta de denuncia de establecimiento por carecer de declaración responsable, de hoja de reclamaciones, de seguro colectivo de accidente obligatorio, de documento identificativo de la Junta de Andalucía y por admitir público en número superior al aforo determinado disminuyendo las condiciones de seguridad para personas o bienes. Gracias a investigaciones previas llevadas a cabo en redes sociales y fuentes abiertas de internet, la Policía Local ha corroborado que el establecimiento, del cual se desconocía hasta ahora su ubicación exacta, llevaba organizando de manera asidua reuniones y celebraciones de este tipo, por lo que, a tenor de las circunstancias descritas, los policías procedieron a adoptar la medida cautelar de cierre y precinto de la puerta de entrada para evitar que se reproduzcan hechos de la gravedad de los observados, tales como la acumulación de gran cantidad de personas en espacio reducido sin medidas sanitarias de seguridad, el uso de cachimbas compartidas, el consumo de bebidas y estupefacientes en el interior, la asistencia de menores de edad, entre otras.

El propietario y responsable fue informado de que el órgano sancionador ratificará, modificará o revocará la medida cautelar adoptada en un plazo máximo de 15 días, quedando enterado de las consecuencias legales que le acarrearían el incumplimiento y desobediencia de la misma.