Tras la primera madrugada, el toque de queda nocturno se instaura como una nueva realidad y el país vuelve a encontrarse bajo el estado de alarma. El pasado domingo, el presidente del Gobierno anunció esta medida como el respaldo necesario para poder establecer restricciones en la movilidad desde las 23.00 horas hasta las 06.00 horas. Esta decisión no ha dejado indiferente a nadie y ha generado un nuevo debate sobre la eficacia de este semi-confinamiento. Desde el punto de vista epidemiológico, este toque de queda solo será efectivo si viene acompañado de más restricciones y cuenta con la colaboración de toda la ciudadanía.

Las limitaciones horarias, explican los expertos, tienen como objetivo acortar los tiempos de contactos personales. «El confinamiento temporal a lo largo del día consigue disminuir el número de contactos y, por lo tanto, disminuir la probabilidad de infección», argumenta Eduardo Martínez, experto en Microbiología y Epidemiología.

Para el epidemiólogo, esta medida extraordinaria podría resultar eficaz si se llevase a la práctica de manera consciente y responsable. La educación y el compromiso ciudadano son las claves sobre las que este profesional deposita la efectividad de este confinamiento parcial. «Debe haber una gran mentalización para que la gente vea la importancia de que todo esto no se nos vaya de las manos», sostiene. Además, Martínez alerta de la peligrosidad de nuevas actitudes derivadas de la creencia de que un segundo confinamiento se acerca: «Ese pensamiento de la gente de que van a disfrutar todo lo que puedan hasta que los encierren es una gran insensatez e irresponsabilidad».

La segunda ola de Covid-19 está dejando a su paso consecuencias realmente alarmantes. Pese a que, según este experto, la provincia está consiguiendo mantener plana la curva de contagios, los casos de infecciones en otras provincias andaluzas preocupan a los epidemiólogos: «Parecía que el caso de Granada era solo una gamberrada y mira como vamos. El país está muy por encima de lo recomendado -25 casos por cada 100.000 habitantes-». Martínez alerta de que si no se consigue llegar a controlar los nuevos brotes «nos veremos abocados a un segundo confinamiento, y esto sería un gran fracaso como sociedad moderna porque hay medios y métodos para conseguir que eso no sea así».

Como mal menor, este profesional aboga por los confinamientos perimetrales e, incluso, recomienda reducir los aislamientos a las zonas o barrios donde mayor número de contagios se registren. Para ello considera fundamental definir los focos de contagio, por lo que las labores de rastreo se antojan fundamentales. Martínez defiende así la necesidad de aumentar el número de pruebas de detección del Covid-19 y rastreadores, lo que permitiría hacer un rastreo exhaustivo de los contagios y sus contactos, «para ponerlos en cuarentena y que el resto de la ciudad siguiera funcionando dentro de lo posible»

Más medidas

Los epidemiólogos apuestan firmemente porque este nuevo estado de alarma venga acompañado de medidas sanitarias que logren frenar la propagación del virus. El problema principal, explica Eduardo Martínez, es la imposibilidad de focalizar los casos de contagio. Es por ello que aboga por reforzar la atención primaria: «El seguimiento y los rastreos están recayendo sobre los ambulatorios, habría que reforzarlos porque sino la atención primaria se resiente».

Del mismo modo, este profesional considera indispensable la fijación de unos criterios generales para todas las comunidades, así como la elaboración de una norma que regule aquellos casos en los que se incumplen los días de cuarentena estipulados para garantizar la no propagación del virus: «Tendría que haber un mínimo de autoridad, un mandamiento judicial para obligar a esas personas a quedarse realmente en sus casas».

Finalmente, Martínez defiende que la educación y concienciación de la población serán factores determinantes de cara a la evolución futura de esta pandemia. Una buena ventilación, uso de mascarillas, evitar espacios cerrados, mantener la distancia social... son claves que, explica, a día de hoy todos los ciudadanos deberían conocer e implementar para contribuir a frenar la propagación del Covid-19.