El pasado miércoles esta sección se detenía en la calle España, que desde los años 80 enlaza las calles Antonio Trueba con Luis Taboada, dos olvidados escritores del XIX, recordados, eso sí, por el callejero de Málaga en estas dos vías de El Palo.

Fue en esos años 80, informaba a esta sección un portavoz de la Asociación de Vecinos del Palo, cuando la reivindicación vecinal consiguió que la calle España dejara de ser una calle sin salida gracias a la cesión de terreno de la vecina urbanización Villa Cristina, la antigua mansión de aires coloniales que perteneció al industrial británico Ruperto Heaton, el dueño de la Fundición 'La Esperanza', que estaba en Huelin.

Conseguida la conexión, llamábamos la atención sobre lo olvidada que estaba esta calle en nuestros días por parte del Ayuntamiento, y para dejar constancia, acompañamos a un padre y a su hija pequeña a primera hora de la mañana al colegio, camino de la clase de parvulitos.

Llamaba la atención, por ejemplo, que para no ser precisamente la avenida de Andalucía, en la pequeña calle España faltara cerca de una decena de alcorques, algo que puede ser anecdótico para una persona ágil pero que para un niño pequeño o alguien mayor es un riesgo serio de accidente.

La única solución era lanzarse a la calzada, como cuando los peatones se topaban con una palmera reseca que con sus grandes palmas ocupaba toda la acera.

La segunda prueba para los valerosos peatones era un banco invadido por la vegetación, procedente, todo hay que decirlo, de una casa vecina poco consciente de la velocidad de crecimiento de las plantas.

El tercer problema siguen siendo los coches que se suben a la acera porque, con una guardería y un colegio en las proximidades, en horario de salida y entrada prima el 'tonto el último' y obviar las normas de tráfico y de urbanidad, así que los peatones tienen que volver a jugársela por la calzada.

Pues bien, hay que decir que la crónica fue publicada el miércoles y ese mismo día, el distrito de Málaga Este podó la invasiva palmera reseca e hizo lo propio con la vegetación que colonizaba el banco, pese a tratarse de un problema que venía de una casa privada.

Además, un portavoz del distrito informó a esta sección de que intentará incluir la calle España en el plan de alcorques que prepara el Consistorio. Dado que en ella faltan unos diez, no es una mala idea.

Hay que felicitar al distrito por la rapidez en solucionar los problemas que han estado en su mano.

Queda el incordio del tráfico, solucionado en un tramo final de calle España por unos pivotes en la acera, una solución que ahora el Ayuntamiento no comparte, pues Málaga se llenaría de pivotes. Algo, sin embargo, habrá que hacer por la seguridad vial.