Los Presupuestos Generales del Estado para 2021, nacidos del Gobierno de coalición de Unidas Podemos y el PSOE, dibujan varias inversiones importantes para Málaga y provincia, aunque como partidas más destacadas, sin dudas, se encuentran las del acceso norte al Aeropuerto, con 13,3 millones de euros presupuestados para esta histórica y reclamada infraestructura (postergada, un año tras otros, por Gobiernos de diverso signo); la Biblioteca Pública del Estado que nacerá de la rehabilitación del convento de San Agustín (4,9 millones de euros) o los 4 millones de euros destinados a la remodelación de los accesos a la AP-7, en Benalmádena.

Son muchos los proyectos y escaso el dinero, aunque, al menos, algunos de los planes que llevaban años enquistados reciben un espaldarazo definitivo en las cuentas gubernamentales del próximo ejercicio. Por ejemplo, al Corredor Ferroviario Mediterráneo y Atlántico, que en atraviesa en parte Málaga en la línea Bobadilla-Algeciras, se inyectan 31,3 millones de euros (la inversión afecta a varias provincias), quizás este sea el proyecto estrella.

El Gobierno, entonces del PP, prometió en julio del 17 más de 40 millones de euros para ejecutar la conexión de dos kilómetros entre la ronda Oeste (o hiperronda) y el Aeropuerto, acabando así con el embudo que se forma para llegar al aeródromo malagueño. Pero la cosa viene de más atrás, cuando Ana Pastor, ministra de Fomento en 2015, anunció que la construcción saldría adelante ese año y reconoció que la mejora de la movilidad era fundamental para potenciar uno de los aeródromos con más tráfico de España. Para ese 'inminente inicio de las obras' se apartaron cinco millones. El acceso, de cualquier forma, facilitará la entrada al aeropuerto de forma directa desde la hiperronda y una conexión directa con Alhaurín de la Torre, ahorrando tiempo y ofreciendo una alternativa a la actual entrada, que concentra el paso de todos los coches al recinto aeroportuario.

Para la Biblioteca Pública del Estado, en el convento de San Agustín, con nuevo proyecto y solventados el parón por los excavaciones arqueológicas y las protestas de la sociedad civil malagueña en relación al plan inicial de rehabilitación, se destinan 4,9 millones de euros para impulsar la obra.

El Centro Oceanográfico de Málaga recibe más de 407.000 euros, se destinan 100.000 a la mejora de los accesos de la A-7 en Marbella, lo mismo que para el tercer carril bus-VAO de 4,8 kilómetros a la altura del Martín Carpena, hay 82.000 euros para el tren litoral a Marbella (más estudios, como los últimos años, afirmación que vale también para décadas), 4 millones para el proyecto de remodelación del acceso a la AP-7 en Benalmádena, 200.000 euros para el Festival de Cine, entre otras.

También hay 1,42 millones de euros para la línea de Alta Velocidad Bobadilla-Granada, y al baipás de Almodóvar del Río, en Córdoba, se destinan 11,7 millones de euros. Esta infraestructura permitirá reducir el trayecto en tren entre Sevilla y Málaga.

Hay una partida de 2,13 millones de euros para el dique de Levante (transporte de cruceros), aunque nada se dice de su reparación, 3,3 millones para la remodelación y puesta en servicio de la desaladora de Marbella, 100.000 euros para la regeneración de la playa de los Baños del Carmen (nada en relación al parque marítimo-terrestre), 4,8 millones para remodelar el edificio de la terminal del Aeropuerto, entre otras muchas partidas. En Concreto, Málaga recibe casi 190 millones de euros, que sumados a otras partidas rozan los 200 millones. Esta suma supone un descenso si se compara con los 350 millones del proyecto presentado para 2019, y un aumento en relación a las de 2018 (140 millones).