Al tenaz investigador y académico malagueño Manuel Muñoz le debemos la investigación, tanto al pie de la calle como en los archivos, de las antiguas fincas que antes ocuparon los alrededores de Málaga y que, con el paso del tiempo y el crecimiento de la capital, fueron absorbidas y dieron lugar a barrios de nuestra ciudad.

Como saben, una de las propiedades más conocidas fue la de una familia flamenca de Amberes, los Sweerts, afincados en Málaga en el siglo XVII y que los malagueños transformaron en los 'Suárez' y de ahí tenemos tanto el Camino de Suárez como la Granja de Suárez.

Una transformación nominal diferente tuvo la finca de San Julián, en la barriada del mismo nombre, propiedad del inglés George William Grice-Hutchinson, fallecido en 1959. Su hija, la economista británica Marjorie Grice Hutchinson, donó la antigua finca paterna a la Universidad de Málaga en 1984 y hoy es el Centro de Experimentación Grice-Hutchinson, donde se realizan investigaciones botánicas.

Ignoramos si la proximidad del centro y la volatilidad de las semillas es lo que ha provocado la profusión vegetal de los alrededores, quizás sólo sea una prueba más de la riqueza del entorno. El caso es que en dos parterres vecinos se acumula una ingente cantidad de plantas sin ton ni son, algunas de ellas resecas, que ofrecen a este entorno, la Loma de San Julián, un aspecto inquietante.

Es una pena, por ejemplo, que la tarjeta de presentación de la vecina fábrica de Coca-Cola, tan amenazada en estos tiempos, sea un parterre poblado por rastrojos que parecen no haber conocido jardinero en años.

Lo mismo puede decirse de un segundo parterre a pocos metros de la fábrica. Pero este segundo terrenito aislado tiene además una historia detrás. Como explica Francisco Moreno, vecino jubilado de San Julián, perteneció a la finca original de San Julián. En concreto, cuenta que ahí se encontraba la casa de Frasquita la jardinera, una de las encargadas de cuidar la propiedad.

Eso explicaría que pese al desastre general que presenta la parcelita, todavía sobrevivan, a su aire y en estado salvaje, un buen tropel de lantanas, pero además un jazmín japonés y una dama de noche.

Con estos mimbres, el Ayuntamiento podía realzar este parterre y ofrecer un pequeño testimonio de la finca original de San Julián. Si además arregla la parte vegetal que linda con la Coca-Cola, miel sobre hojuelas.

El concejal de Churriana, José del Río, recogió ayer el guante y anunció a esta sección que durante la misma mañana de ayer, se habían despejado los principales matorrales de las aceras como el de la foto, mientras que para la semana que viene tenía previsto Parques y Jardines desbrozar la zona para dejarla despejada del todo, como ha hecho en otras ocasiones.