El futuro uso de la estratégica parcela del Astoria y el cierre de la fábrica de Coca-Cola protagonizaron ayer el pleno ordinario de octubre. Hasta tres mociones sobre la manzana ocupada antiguamente por el inmueble de los cines se debatieron, una del PP, otra de Cs y una tercera defendida conjuntamente por el PSOE y Adelante, que proponían realizar una consulta ciudadana sobre si dejar la plaza de la Merced expedita y diáfana con un parque arqueológico que dignifique los restos hallados (nazaríes, cristianos y romanos), o levantar el edificio traslúcido proyectado. Finalmente, PP, Cs y Juan Cassá sumaron sus dieciséis votos para rechazar ese punto.

El segundo punto, enmendado por Cs, salió adelante con apoyo unánime de todos los partidos, de forma que se insta al equipo de gobierno a permitir que prosigan las excavaciones arqueológicas hasta los 10 metros, mientras que ahora se ha llegado a los 5,5, siempre que los informes arqueológicos lo aconsejen. La moción del PP, por su parte, registró 14 votos en contra de la oposición y dieciséis a favor de los populares, naranjas y Cassá, edil no adscrito, de forma que el pleno ha instado a la Junta a que le permita llevar a cabo sondeos geoarqueológicos y ello servirá para saber si hay que excavar más o no. La moción de Ciudadanos, que fue enmendada, salió adelante por quince votos a favor y 14 en contra, de forma que acuerda agotar la fase de excavación.

El alcalde, Francisco de la Torre, dejó claro que «el propósito es seguir a ver qué hay» y, según determine la Junta, «actuaremos». Lo que tenga valor, agregó, se conservará. Daniel Pérez, portavoz socialista, acusó a De la Torre de destruir patrimonio. Por cierto, hay un pleno extraordinario para hablar de lo mismo el 3 de noviembre.

Por otro lado, recuerden que el alcalde acusó a los socialistas de usar el pleno del próximo martes para desviar la atención en relación a su actuación en el cierre de la planta de Coca-Cola. Se aprobó, de esta forma, por unanimidad reclamar a Coca-Cola Iberian Partners que reconsidere el cierre de su fábrica en la ciudad e instar a la empresa a mantener en Málaga los casi 80 empleos de la planta, solicitándole que, en caso de que su decisión no pueda tener marcha atrás, llegue a acuerdos con los empleados para que la salida se produzca en las mejores condiciones para ellos, habida cuenta de su antigüedad en la plantilla. Por su parte, los otros dos puntos de la iniciativa también salieron adelante pero con 16 votos a favor, frente a 14 en contra -PSOE y Adelante-. En concreto, fue aprobado condenar «el hecho de que la ciudad perdiera la oportunidad de contar en Campanillas, en los 250.000 metros cuadrados previstos, con una nueva fábrica de Coca-Cola que habría tenido capacidad para ser competitiva hoy en día y sobrevivir en con todo éxito el actual contexto, a diferencia de la actual fábrica que no tiene ya posibilidad de expansión». Asimismo, salió adelante censurar la gestión de la Consejería de Obras Públicas y Transportes en la etapa de Concepción Gutiérrez, «pues impidió de forma injustificable el desarrollo de Málaga y, con él, bloqueó la creación (entonces) de nuevos puestos de trabajo».