El Consejo Rector de la Gerencia Municipal de Urbanismo se celebra el próximo miércoles, 4 de noviembre, con un orden del día que viene cargado de expedientes de expropiación, muchos de ellos relativos al edificio del número 27 de la calle Cabriel, donde hay que expropiar los pisos para hacer el plan de innovación social previsto en ese edificio, pero también hay una expropiación muy destacada: la de unos terrenos que permitirán ejecutar el proyecto para reformar la vía de acceso al castillo de Gibralfaro, cuya estrechez impedía o dificultaba que los autobuses turísticos pudieran maniobrar y pasar.

En concreto, se expropian terrenos para la reordenación viaria en el Paseo Salvador Rueda y en el Paseo Calvo Sotelo por 52.624,81 euros. El proyecto ya está redactado y es una reivindicación antigua de las asociaciones de transportistas y operadores turísticos, ya que su ejecución permitirá ampliar y mejorar la curva que da acceso al castillo y al parque de Gibralfaro, un enclave muy difícil para que los autobuses puedan maniobrar. Actualmente, el Paseo de Calvo Sotelo tiene una vía con un carril por sentido y es, según explicó Raúl López, edil de Ordenación del Territorio, «el único acceso rodado al castillo». La calzada tiene una curva muy cerrada, añade, de radio interior pequeño y una anchura de 6,50 metros. «Es una sección insuficiente para el tránsito por allí del transporte público», dijo a este periódico en octubre de 2019, y también para los autobuses privados contratados por los touroperadores. La idea que sustenta este proyecto es «mejorar el diseño del viario en relación a las demandas de movilidad de la zona y que el transporte suba de forma segura. Eso, claro, no era un problema hace años, cuando no subían autobuses al castillo», explicó entonces López.

Lo que se va a hacer es ampliar la plataforma de la calzada de 6,50 a 9 metros. Pero habrá más mejoras: se va a ejecutar un nuevo muro de contención paralelo al existente, que tiene 6,67 metros de longitud en el punto «más desfavorable». Ello se hace para mejorar la seguridad del peatón y, con el fin de evitar caídas, «se va a poner una barandilla de seguridad en la parte alta». Asimismo, se ejecutará una escalera de dos tramos, desde Calvo Sotelo a Salvador Rueda con el fin de dar continuidad al viandante, se va a actuar separando las redes fecales y pluviales, además de reponer la red de telecomunicaciones y a mejorar las instalaciones de baja tensión y de alumbrado público en esa zona. Todo ello forma parte de la primera fase del proyecto (772.000 euros). La segunda fase consistirá en una intervención en la rotonda que da acceso a la subida del Camino Nuevo, según Urbanismo.