Una vez superado el primer impacto del virus se puso toda la maquinaria a funcionar para trabajar en el afianzamiento de las bases de esta industria de cara a la reactivación turística. Francisco Salado cree decisiva la colaboración entre administraciones para salir de la crisis y que en el segundo semestre de 2021 se iniciará la recuperación

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­ ¿Qué supone para usted y la institución que representa recibir el premio que le otorga La Opinión de Málaga?

Supone una gran satisfacción, sobre todo porque este premio es un reconocimiento no solo a la entidad que represento, sino a un ejemplo de colaboración público privada en una industria, la turística, que si por algo se caracteriza es por su afán por mejorar constantemente y por buscar la excelencia a todos los niveles, lo que sin duda es un aliciente y una garantía para la creación de empleo y riqueza en nuestra tierra. La actual coyuntura y las dificultades por las que pasa el sector hacen más especiales aún si cabe cualquier tipo de reconocimiento; porque efectivamente estamos trabajando denodadamente por asentar las bases de la recuperación y de la reactivación del turismo, de la que, siempre es necesario, recordarlo, dependen decenas de miles de familias en nuestra tierra y genera un impacto económico anual superior a los 14.500 millones de euros.

¿Cómo se gestiona desde el punto de vista de Turismo Costa del Sol este 2020 marcado por la pandemia en el que el sector turístico de la Costa del Sol ha sido de los más perjudicados por la pandemia?

Se gestiona, en primer lugar, yendo siempre de la mano del propio sector. Desde Turismo Costa del Sol siempre hemos entendido que las acciones que se impulsen deben ir en connivencia con lo que los propios empresarios y trabajadores del turismo nos demandan, y así ha sido desde el inicio de esta crisis sanitaria. Es algo a destacar si tenemos en cuenta que por parte del Gobierno no sólo no ha habido medidas efectivas para el turismo, sino que no ha habido contacto con el sector ni interés por conocer de primera mano sus preocupaciones. Si esa relación hubiera existido, muy posiblemente no tendríamos que haber escuchado declaraciones de miembros del Gobierno que, aparte de mostrar una preocupante ignorancia respecto de nuestra principal industria, no han servido de ningún tipo de ayuda. Precisamente, fruto de este contacto permanente con el sector, desde Turismo Costa del Sol se han articulado medidas que, en primer lugar, intentaron salvar la temporada turística, para lo que se redirigió en tiempo récord la estrategia enfocando la fortaleza del destino en los espacios abiertos y en el contacto con la naturaleza; y se ha trabajado por afianzar las bases de esta industria de cara a la reactivación, como así lo refleja el logro que supone que una compañía como Easy Jet abra una base aérea en Málaga, lo que se materializará a partir de abril. Como medidas específicas cabe destacar los más de 10 millones de euros que el Plan Málaga contempla para la promoción turística, así como el bono para profesionales sanitarios, una medida que después ha sido replicada por otras administraciones.

¿Qué medidas se están implementando para evitar el crack del sector?

Dentro de las competencias de Turismo Costa del Sol, además de las medidas ya comentadas, se está haciendo mucho hincapié, sobre todo desde el departamento de inteligencia, en detectar cuáles son las prioridades de los potenciales visitantes de la Costa del Sol, para poder ir actualizando constantemente las estrategias de marketing y promoción turística. No obstante, a nadie escapa que la crisis que está sufriendo el sector requiere de medidas conjuntas por parte de todas las administraciones; y sobre todo el compromiso por parte de la Administración del Estado, quien ha convertido la prolongación de los ERTE para el sector en una especia de cuenta atrás agónica cuya incertidumbre no es buena para la planificación a medio y largo plazo en la que ahora deben trabajar los empresarios del sector. Aprovecho para reivindicar, una vez más, la prolongación de los ERTE en el turismo hasta el inicio de la siguiente temporada alta, que esperamos que pueda ir mejor que la de 2020.

¿Cuánto tiempo va a pasar, según su opinión hasta que la Costa del Sol registre las cifras obtenidas en 2019?

Estamos en un escenario incierto marcado por un virus del que aún no lo sabemos todo, y a ningún sector económico le sienta bien la incertidumbre. En cualquier caso, parece que 2021 podría ser un punto de inflexión en el que se marcara el inicio de la recuperación, que podría volver a coger el ritmo de 2019 en 2022 o 2023.

¿Cuáles son los principales segmentos turísticos y a qué nuevos caladeros de turistas debe estar dirigida la promoción de la Costa del Sol?

La Costa del Sol siempre se ha definido por ser un destino turístico con una gran diversidad de oferta, por lo que las estrategias de promoción no deben renunciar a ese amplio abanico pero sí incidir en aquellos factores que son más demandados por las personas que quieren visitarnos. De ahí que se ponga especial atención en la promoción de la Costa del Sol como un destino donde se pueden practicar muchas actividades de ocio al aire libre y donde el contacto con la naturaleza está garantizado.

Visto lo indefinido de la duración de la pandemia ¿Hay que apostar decididamente por incentivar, aún más, el turismo nacional para el 2021?

Hay que apostar por ser un destino turístico seguro, para nacionales como para internacionales. La Costa del Sol siempre ha sido un destino seguro, y tiene capacidad para seguir siéndolo incluso en el contexto de pandemia que estamos viviendo.

La digitalización del sector, ¿puede ayudar a superar la actual crisis?

Sin duda. De hecho, muchos de los datos que extraemos y procesamos mediante técnicas de big data y de inteligencia turística provienen precisamente de la digitalización del sector. Es un factor muy a tener en cuenta, que nos permite ser mucho más versátiles en cuanto a nuestra planificación a medio e incluso corto plazo.

¿Por dónde pasa la modernización turística de la Costa del Sol?

Por mejorar la capacidad de adaptarnos a la demanda. La Costa del Sol es un destino turístico maduro, consolidado, con altas cotas de calidad y de excelencia en sus servicios. No hay que recaer en la autocomplacencia, y menos dada la actual situación; pero sin duda el reto está en saber enfocar las cualidades de nuestro destino según la demanda que percibamos por parte de nuestros visitantes. Por ejemplo, hace dos décadas nadie habría apostado por enfocar la estrategia de la Costa del Sol como un destino en contacto con la naturaleza o con grandes espacios abiertos en los que practicar actividades de ocios y múltiples deportes. Ahí está la clave, en saber poner el acento en lo que se demanda y saber ofrecerlo a tiempo.

¿Se muestra optimista de cara al 2021?

Soy prudentemente optimista. Creo que 2021 va a ser un año de contrastes, con un primer trimestre aún desdibujado pero una segunda parte del año en la que volveremos a percibir la verdadera fortaleza del sector. En cualquier caso, estoy convencido de que será mejor que 2020. Esperemos que lo suficiente para que los daños sufridos por el sector no sean irreparables.

¿Cuáles son las claves del éxito de Costa del Sol Tourism Hub, que este año ha celebrado la cuarta edición ya?

El tener una fórmula como es este evento que permite sacar adelante proyecto innovadores y de emprendimiento vinculados al turismo redunda sin duda en la excelencia y en la alta competitividad de nuestro destino. Que haya habido cuatro ediciones, con un creciente éxito de convocatoria, demuestra que este tipo de proyectos funcionan y que el emprendimiento y la innovación son necesarios para el turismo.

La digitalización del sector, ¿puede ayudar a superar la actual crisis?

Sin duda. De hecho, muchos de los datos que extraemos y procesamos mediante técnicas de big data y de inteligencia turística provienen precisamente de la digitalización del sector. Es un factor muy a tener en cuenta, que nos permite ser mucho más versátiles en cuanto a nuestra planificación a medio e incluso corto plazo.

¿Por donde pasa la modernización turística de la Costa del Sol?

Por mejorar la capacidad de adaptarnos a la demanda. La Costa del Sol es un destino turístico maduro, consolidado, con altas cotas de calidad y de excelencia en sus servicios. No hay que recaer en la autocomplacencia, y menos dada la actual situación; pero sin duda el reto está en saber enfocar las cualidades de nuestro destino según la demanda que percibamos por parte de nuestros visitantes. Por ejemplo, hace dos décadas nadie habría apostado por enfocar la estrategia de la Costa del Sol como un destino en contacto con la naturaleza o con grandes espacios abiertos en los que practicar actividades de ocios y múltiples deportes. Ahí está la clave, en saber poner el acento en lo que se demanda y saber ofrecerlo a tiempo.

La colaboración entre administraciones ¿seguirá siendo esencial en el futuro turístico más próximo? ¿Cuál es su opinión?

La colaboración entre administraciones y a su vez entre el sector público y privado es una de las bases del buen funcionamiento de la industria turística. Es tal el volumen y las dimensiones de este sector en cuanto a empleo, riqueza e impacto social, que sería incomprensible que no hubiera un apoyo constante por parte de las administraciones pública, un empuje que sólo tiene sentido si se hace en conjunto.

¿Se muestra optimista de cara al 2021?

Soy prudentemente optimista. Creo que 2021 va a ser un año de contrastes, con un primer trimestre aún desdibujado pero una segunda parte del año en la que volveremos a percibir la verdadera fortaleza del sector. En cualquier caso, estoy convencido de que será mejor que 2020. Esperemos que lo suficiente para que los daños sufridos por el sector no sean irreparables.