La Fundación Unicaja apoya un año más el programa 'Soledad 0, vida 10' de la Fundación Harena, una organización que trata de paliar los efectos de la soledad de las personas mayores, especialmente en la actual situación de crisis sanitaria.

Esta iniciativa, surgida en 2008, pretende mejorar la inclusión social de las personas mayores que viven solas, a través de dos ejes principales. El primero se basa en el acompañamiento voluntario a estas personas, mediante visitas domiciliarias, a residencias o centros hospitalarios. Tras haber identificado a los beneficiarios y analizado sus necesidades, se empareja con una persona voluntaria más adecuada, que fomenta su participación en el entorno con distintas actividades.

La vulnerabilidad de este colectivo ha sido agravada por la actual crisis sanitaria provocada por la Covid-19. Más de 60.000 malagueños y malagueñas mayores de 65 años han afrontado el confinamiento en soledad. Además de las visitas, siguiendo las recomendaciones sanitarias, la asociación ha realizado un acompañamiento telefónico.

Desde su creación, la Fundación Harena ha atendido a un total de 16.073 mayores, de los cuales 750 fueron durante 2019. El número de personas atendidas se ha triplicado en los últimos meses, siendo 927 mayores de más de 65 años que se benefician del programa, atendidos por 568 voluntarios.

La iniciativa se enmarca dentro de una de las líneas prioritarias de la Fundación Unicaja, que se pone de lado de "uno de los colectivos más necesitados como son las personas mayores", han señalado la responsable de Solidaridad Social y Educación de la Fundación Unicaja, Ana Cabrera, y la directora gerente de la Fundación Harena, María Angélica Moreno.

Los voluntarios reciben una formación específica que les capacita para relacionarse y entenderse con las personas mayores. Tanto de forma presencial como virtual, participan en diversas sesiones informativas, recibiendo una formación continua.