El decano del Colegio de Abogados de Málaga, Francisco Javier Lara, investigado por un delito desobediencia a la autoridad judicial, asegura que ordenó la suspensión de los servicios de guardia por incumplimiento de las medidas de seguridad y que solo quiso «proteger a los abogados que iban a jugarse la vida».

Lara ha sido citado en calidad de investigado por el Juzgado de Instrucción número 6 de Málaga el 23 de noviembre por unos hechos que se remontan a la suspensión de servicios de guardia que decretó por incumplimiento de las medidas de seguridad, pues «no había mascarillas ni gel».

«He meditado mucho sobre si hice bien», afirma el decano, quien ha subrayado que hizo lo que tenía que hacer «por conciencia», ya que «morían miles de personas diariamente. No había mascarillas, geles y solo pedía hacer las guardias por videoconferencia o con protección». Destaca que los servicios se restablecieron cuando se comenzaron a prestar las asistencias por medios telemáticos o, cuando esta opción no era posible, al menos se aseguraba la utilización de mascarillas y guantes y se respetaba la distancia de seguridad.

Y explica que cuando el Colegio consiguió mascarillas, porque «no había», además de darlas a sus asociado hablaron con la presidenta de la Audiencia de Málaga, Lourdes García, y le dieron un lote para que los jueces también pudieran protegerse «y así ayudarnos todos, ya que todos somos padres, hermanos o hijos».