El tema de qué hay en el subsuelo del Astoria-Victoria amenaza con convertirse en otro culebrón más de la ciudad. Primero, el contexto: el Ayuntamiento había pedido a la Junta de Andalucía que le permita hacer sondeos geoarqueológicos, es decir, ver qué hay en el subsuelo de esta céntrica parcela con una técnica aconsejada por la UMA, que es poco invasiva, para ver si merece la pena excavar hasta los 10 metros de profundidad, cota prevista en el auditorio del edificio traslúcido, o, por el contrario, deben quedarse en los 5,5 metros actuales.

Ya conocen que hay un fuerte debate en la sociedad malagueña sobre si la plaza debe quedar diáfana con la única intervención de dignificar los restos arqueológicos o, por el contrario, llevar a cabo el edificio con usos culturales, gastronómicos y comerciales. Aún no se conoce el valor de los restos cristianos, nazaríes y romanos hallados, pero la Junta ha contestado al Consistorio con una patada a la lata: si quiere hacer sondeos geoarqueológicos, primero debe decir por qué, es decir, debe aportar una abundante memoria explicativa en diez días. Así se lo ha dicho Cultura, por carta, a Urbanismo, una misiva en la que le pide satisfacer hasta ocho puntos.

Para poder valorar la solicitud de sondeos geoarqueológicos, poco invasivos, por cierto, para ver si hay que ampliar luego la excavación a diez metros de profundidad, es decir, para valorar la “viabilidad” de esa actuación, la Junta reclama que, en diez días, el Ayuntamiento justifique la ampliación de la actuación arqueológica en relación al objetivo del proyecto, que justifique la necesidad y oportunidad de la propuesta, que se concreten las cuestiones arqueológicas que se pretenden abordar con estos sondeos, que haga una estimación de las conclusiones arqueológicas, que explique la tipología y la metodología de esos sondeos, su ubicación exacta y la previsión de la afección arqueológica. En definitiva, se trata de presentar una memoria explicativa de por qué se han de hacer esos sondeos geoarqueológicos, lo que para el edil de Ordenación del Territorio, Raúl López es algo “positivo”.

La polémica en torno al futuro del Astoria sigue así copando la actualidad de estos días de pandemia. El Ayuntamiento anunció que iba a pedir estos sondeos arqueológicos porque son una forma de ver qué hay en el subsuelo de la parcela y así determinar si hay que excavar hasta los 10 metros, la profundidad prevista en el auditorio del edificio traslúcido, declarado de interés general por la ciudad, o, por el contrario, la cota de 5,5 metros a la que se ha llegado ya es suficiente.

La idea es ver dónde queda el nivel estéril del suelo y comprobar si hay restos de valor o no, más allá de los más de 300 cuerpos de soldados castellanos que participaron en la conquista de la ciudad en 1487, el hospital y el convento de Santa Ana, el mesón que había en la zona, el barrio nazarí asociado a un complejo industrial o las zonas fabriles y funerarias romanas, que indicarían que esta fue una vía de entrada de cierta importancia a la ciudad. Lo cierto es que aún no se ha emitido el informe por parte de las arqueólogas de la empresa encargada de hacer las excavaciones, un estudio en el que se determinará el valor patrimonial o histórico de las piezas localizadas. Ese informe, que se prevé presentar este mes, ha de ir a los técnicos de Cultura, que establecerán el valor y así se determinará si el espacio debe quedar sin ocupar por un inmueble, si los restos pueden integrarse en el edificio, como ocurre en algunas construcciones del entorno, o, por el contrario, no es necesario conservar nada, aunque esta posibilidad es remota.

Precisamente, la oposición ha pedido que la plaza de La Merced quede diáfana, abierta, y exige hacer una consulta popular para decidir el destino de la parcela, mientras que el PP prefiere esperar a ver qué dicen los técnicos de Cultura y el informe y, una vez escuchados estos, decidir qué se hace. Cs mantiene una postura diferente, en el sentido de que la formación naranja se abre más a la opción de conservar los restos en un futuro parque arqueológico, aunque esperará a que hablen los técnicos al respecto. Esta postura, de hecho, propició un reciente enfrentamiento entre el edil no adscrito Juan Cassá, exportavoz de la formación naranja, y la edil de Cultura y actual responsable del grupo municipal, Noelia Losada.