"Nos echamos a la calle porque lo que necesitamos son ayudas, por eso estamos aquí ahora", ha declarado el presidente de la asociación de hosteleros de Málaga Mahos, Javier Frutos, que junto con diferentes trabajadores del sector, se han concentrado en la mañana de este jueves frente a la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga, en la Alameda Principal, como protesta frente a las nuevas restricciones adoptadas por la Junta de Andalucía el pasado domingo para frenar los contagios de coronavirus. En la protesta se han concentrado unas 500 personas, según ha informado el Cuerpo Nacional de Policía; más de 1.000, para los hosteleros.
Antes de las once de la mañana comenzaban a congregarse medio millar de personas en defensa de la hostelería contra las nuevas medidas aprobadas por el Gobierno andaluz que limitan su actividad . Poco a poco empezaba a escucharse más y más jaleo: cacerolas, voces en alto, golpes en cualquier lugar. Además de las consignas, un numeroso grupo de manifestantes se ha propuesto cortar la Alameda Principal, donde han seguido coreando el lema de la marcha "Sin ayudas, nos arruinan".
Javier Frutos, mientras sujetaba una pancarta gigante en mitad de la Alameda, ha explicado que "el sector está en una situación muy crítica, necesitamos ayudas directas, necesitamos un plan estratégico y un plan de rescate", a lo que ha añadido que no entienden "la irresponsabilidad de los políticos en este sentido, que dejen morir empresarialmente a muchísimos empresarios al igual que a trabajadores".
El presidente de la asociación ha manifestado que "decían que no iban a dejar a nadie en la estacada" y desde el sector de la hostelería "sí podemos decir que estamos totalmente en la estacada, nos han dejado en la cuneta sin ningún tipo de ayuda". Asimismo, el empresario ha remarcado la diligencia de la hostelería para contener al virus, siendo "responsables con el virus, pero también somos responsables con todos los trabajadores y empresarios que dependen de nosotros, eso es lo único que estamos haciendo y reivindicando".
"Se han presentado dos planes de rescate a la propia Junta, al Gobierno, a las administraciones locales. Se han presentado muchísimas ideas y, nueve meses después, todavía no tenemos ningún tipo de respuesta", ha confesado Frutos.
Las protestas han recorrido la Alameda y han dado la vuelta hasta volver frente a la Delegación de la Junta, donde han continuado con el propósito de ser atendidos. Sin respuesta, han vuelto a atravesar toda la Alameda, introduciéndose en la calle Marqués de Larios, plaza de la Constitución y todo el Centro Histórico, hasta volver a la institución de la Junta para presentar un escrito de seis páginas con sus reivindicaciones.
Durante la marcha, el propietario de Asador Iñaki ha contado a este periódico que, personalmente, le "hubiera gustado unos acuerdos a nivel europeo y que se hubieran gestionado las ayudas, medidas y decisiones desde la Unión Europea, a nivel general". Además, ha explicado que en estas fechas ha sido cuando han pagado los impuestos aplazados del confinamiento, "hemos pagado un impuesto doble este trimestre y no vemos ningún tipo de consideración ni ayuda, parece que el pulmón financiero del hostelero es infinito, que nunca se va a acabar y somos capaces de gestionar".
Las protestas de los hosteleros se han repetido en toda Andalucía en la mañana de este jueves. En Granada ha habido unos 10.000 asistentes, según los hosteleros, mientras que la Policía ha cifrado unas 2.000 personas y 25 vehículos. En el caso de Sevilla, los convocantes han calculado unas 2.000 personas y, en cuanto a la Policía, unas 1.500. En Almería, los hosteleros han estimado unas 300 personas y en Huelva, alrededor de 400.
Los hosteleros andaluces han solicitado al Gobierno y a la Junta una aplicación de medidas económicas "paliativas" para la aplicación de ayudas directas, a fondo perdido, para la supervivencia de las empresas y los autónomos durante los períodos de estado de alarma o la pandemia. Asimismo, piden la eliminación total del pago de los alquileres durante los periodos de cierre total de los establecimientos y que este coste sea aplicado con cargo al plan de apoyo y reconstrucción y la reducción proporcional del pago de los alquileres durante los periodos de cierre de franjas horarias o limitación de usos y de la actividad de los establecimientos.
