Todos los grupos han aprobado hoy, en un pleno extraordinario, el plan de subvenciones de cinco millones de euros que ha puesto en marcha el equipo de gobierno para inyectar liquidez al pequeño y mediano comercio y a los bares, restaurantes y establecimientos de restauración de la capital, sectores muy dañados por las medidas restrictivas que lleva aparejada la pandemia del coronavirus. Las ayudas se han negociado con Mahos, asociaciones de comerciantes y la Cámara de Comercio, entre otros colectivos. Pese a que las ayudas son necesarias y urgentes, el debate ha sido, de nuevo, bronco y repleto de reproches de una bancada a otra.

El teniente de alcalde de Economía y Hacienda, Carlos Conde, ha asegurado que sólo han pasado once días desde que el Gobierno central permitió a los ayuntamientos usar sus remanentes para atender las urgencias económicas y sociales de la pandemia, pese a que el equipo de gobierno lo ha pedido, incluso por carta del alcalde, desde marzo. "Se trata de llegar al que peor lo pase", ha dicho.

La concejala de Cultura y Deporte, Noelia Losada, ha destacado la necesidad de hacer una política de "mano tendida" hacia quienes peor lo están pasando, de forma que hay que otorgar liquidez al comercio y a la hostelería.

La intervención más dura ha sido la de la edil socialista Alicia Murillo, quien ha indicado que este plan de ayuda "llega tarde, mal y es insuficiente", ha precisado que la oposición lleva meses pidiendo medidas de reactivación, más que paliativas, y que otros ayuntamientos como los de Sevilla o Mijas han aprobado planes en este sentido mucho más ambiciosos que este. Ha destacado la edil que, como el Ayuntamiento incumplió en abril de 2020 la regla de gasto y había que hacer un plan de ajuste, no se ha podido aprobar un plan de reactivación y ha añadido que, cuando los comerciantes y hosteleros cobren las ayudas, habrá pasado un año desde el inicio de la crisis. "Como mucho beneficiará a 1.700 empresas, dejando fuera a la cultura, el taxi o los servicios de información turística", ha dicho, para criticar los contratos de Feria o el gasto en luces, "la pandemia ha llegado para cambiar las viejas políticas y a los políticos".

Nicolás Sguiglia, de Adelante Málaga, ha declarado que estos asuntos hay que sacarlos del debate político, aunque, ha añadido, le hubiera gustado una actitud similar del PP para con el Gobierno central después de que el Estado se haya gastado más de 22.000 millones en ERTES y ayudas a autónomos. "Tenemos la sensación de que esto llega tarde", ha dicho Sguiglia, quien ha pedido que se explique, además, a qué porcentaje de comerciantes y restauradores va a beneficiar este plan.

Tanto el alcalde, Francisco de la Torre, como Carlos Conde han salido al paso de las críticas afirmando que, si es necesario, se ampliarán estas ayudas. El segundo, de hecho, se ha mostrado "atónito" por el tono de los discursos de la oposición, sobre todo el de Murillo, ha indicado, y ha recordado que, pese a que el Gobierno comunicó hace sólo once días la relajación de la regla de gasto a los interventores y, por tanto, la posibilidad de acceder al remanente, y es en ese tiempo cuando se ha presentado, precisamente, este plan para ayudar a los autónonos.

Conde, por cierto, también ha recordado el resto de ayudas fiscales que ha efectuado el Ayuntamiento desde el inicio de la pandemia, "esta es la octava modificación de crédito", a lo que le ha ayudado Losada, quien ha reseñado la exención del 25% en la tasa de basura o las de terrazas, toldos y sillas y mesas, entre otras.

Ha habido cruces de acusaciones entre las dos bancadas y el alcalde ha acabado interviniendo para decir que se ampliará, si es necesario, la ayuda. Murillo, por cierto, ha echado en cara al regidor los 24 asesores nuevos que quiere contratar Moreno Bonilla, y el regidor le ha recordado el número de cargos de confianza de la anterior Junta o del Gobierno central.