«Veo que los mayores hacen cosas valiosas y preciosas que merecen que estén en algún sitio», resume Antonio Quero, presidente de la Federación Provincial de Asociaciones de Mayores.

El responsable del colectivo de mayores de 65 años está convencido de que Málaga podría albergar un Museo del Mayor, que diera cabida a todo tipo de obras artísticas que ahora, pese a su valía, terminan desapareciendo cuando los autores fallecen.

«Me doy cuenta, porque lo he vivido en otros sitios, de que los mayores, cuando ya ven que no van a estar, incluso las obras artísticas que han realizado les ´pesan´ y luego los hijos no quieren saber nada de ellas», destaca. El presidente de la federación pone el ejemplo de un copista de obras famosas de pintores, algunas de ellas de gran formato, que luego sus hijos no quisieron conservar.

A la hora de hablar de esos objetos que merecerían preservarse y exponerse, Antonio Quero abre el abanico a muchos medios de expresión artística pero también de la artesanía popular. «En la asociación de Campanillas había unas obras de esparto que había hecho un hombre que ya no vive; hay otro señor en la Cruz del Humilladero que está pintando en cuadros las costumbres y oficios de Málaga y cuenta ya con 70 u 80 obras de este tipo», destaca.

También pone de ejemplo los libros escritos por mayores de 65 años porque «hay muchísimas cosas que se pueden recoger de los mayores y que son un testimonio vivo de que no dejan de crear, de construir...».

En su opinión, habría que recoger este tipo de obras «como ejemplo de lo que los mayores son capaces de hacer». Además, llama la atención sobre un aspecto que considera muy importante: en muchos casos, se trata de obras cuyos autores se han iniciado en ese arte en cuestión en la última etapa de su vida, «quizás porque antes no han podido porque han tenido que trabajar mucho».

A la hora hablar de un espacio museístico o expositivo, el presidente de la Federación de Mayores explica que su colectivo cuenta con un local en la calle Corregidor Francisco de Molina, en la zona del Tiro de Pichón, que por supuesto no reuniría las características. En cuanto el emplazamiento, señala que podría estar tanto en el Centro como en algún barrio para así potenciarlo.

«Evidentemente haría falta un local más grande. Si tuviéramos una sala amplia podríamos tener cosas expuestas y a la vez almacenar, para ir exponiendo de vez en cuando. Podríamos ir recogiendo cosas muy interesantes», resalta Antonio Quero, que destaca que ya ha habido pintores malagueños octogenarios que han donado obras para el museo.

La federación, sin embargo, ha tenido la oportunidad de plantear la propuesta al alcalde de Málaga, que de momento no se ha mostrado muy receptivo. «El alcalde nos dijo que los mayores, con la Semana del Mayor, ya tenían bastante», explica Antonio Quero.

El portavoz de los mayores está convencido de que sería un espacio único, «porque es una idea bonita, creo que se puede llevar a cabo y algo así no hay en ninguna parte del mundo».