Hoy celebramos el Día Mundial de la Diabetes. ¿Cuál es el mensaje que se quiere hacer llegar a la población?

La diabetes es también una pandemia, una emergencia sanitaria en este siglo XXI. Casi 500 millones de personas en el mundo la padecen. En España, el 14% de la población la sufre y otro 14% está en situación prediabética. Este año se pone en valor el papel de la enfermería con los pacientes diabéticos. Cuando un enfermo está afectado de diabetes tiene que aprender habilidades y utilizar recursos para manejar su enfermedad. En la Diabetes tipo 2, que es la que tienen el 90% de los diabéticos, la enfermería es muy importante a medida que se desarrolla la enfermedad. Tenemos que lograr una especialización de la enfermería en enfermedades metabólicas y en procesos crónicos del mismo modo que hay otras especializaciones. Con esta adecuación se dará un salto de calidad en el tratamiento de la enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas que nos pueden poner en alerta de que podemos sufrir diabetes?

La del tipo 2 que es la que afecta al 90% de la población adulta (en Andalucía hay un millón de diabéticos diagnosticados) empieza de forma anodina, no da muchos síntomas. La del tipo 1, que es la que sufren tan solo un 5% de los diabéticos, pasan por la poliuria (ir a orinar con mucha frecuencia), tener mucha sensación de hambre y de sed y perder algo de peso. Los procesos de los dos tipos de diabetes son muy distintos. La del tipo 2 es la que detecta una resistencia a la acción de la insulina. En cuanto se va envejeciendo y se va engordando y ejerciendo el sedentarismo se va limitando el aporte de la insulina al cuerpo. La de tipo 1 es otro proceso diferente en el que de pronto, sin saber por qué, aunque cada vez está más claro el componente genético, hay una destrucción masiva de las células que fabrican la insulina y de pronto el paciente ve cómo su páncreas no fabrica insulina, posee insulina cero y la glucosa no entra en la célula y ahí es cuando empiezan los síntomas que he descrito antes.

¿Hay algún tipo de diabetes que es reversible?, es decir, ¿se puede dejar de ser diabético?

Sí, existe. La tipo 2, la que se asocia a la obesidad, en cuanto se pierde peso, la diabetes desaparece, aunque el paciente debe tener claro que si no cumple esos parámetros de vida y alimentación sana y sin sedentarismo, la enfermedad diabética va a volver.

¿Es cierto que el 50% de los pacientes no siguen correctamente el tratamiento farmacológico que tienen prescrito?

El 50% o más. Los médicos de familia tienen que convencer a sus pacientes de la bondad de su tratamiento y en la actualidad no tienen tiempo. Ahí entra el importantísimo papel que juega la enfermería. El enfermero debe ser empático y verificar la adherencia al tratamiento. La enfermería juega un papel muy importante en la educación diabetológica dando conocimientos y desarrollando habilidades y sobre todo actitud en los pacientes.

¿Hacia dónde se dirigen las investigaciones científicas en torno a la diabetes?

Se están haciendo muchas investigaciones sobre la subtipificación de las diferentes clases de diabetes para personalizar el tratamiento. No solo hay tres tipos de diabetes, se sabe que la tipo 2 tiene varios subtipos, cinco o seis, y cada uno de ellos requiere un tratamiento diferente y específico. Esto nos permite diseñar estrategias personalizadas de tratamiento y lo que es más importante, acertar con ellas.

¿Cuál es el reto a superar por los diabéticos en los próximos años?

Seguir cuidándose mucho hasta que haya tratamientos que sean más fáciles de llevar y seguir luchando por su calidad de vida.