Tras la dimisión de Enrique de Vivero como presidente provincial de Vox Málaga un mes después de su proclamación, la dirección nacional del partido ha realizado de forma automática el movimiento que resultaba más previsible en un escenario de estas características. Santiago Abascal le ha entregado el liderazgo a la persona que realmente goza en esta provincia de su confianza: la diputada malagueña Patricia Rueda.

Horas después de que Enrique de Vivero presentara su renuncia, la formación de derecha anunció que la exdirectora del Museo Automovilístico de Málaga "será la encargada de dirigir el partido en la provincia hasta que se designe una Comisión Gestora". A partir de ahora, estará por ver si es la propia Rueda la que seguirá en un futuro al frente o si, en cambio, se le encomienda la misma función a otra persona que cuente con el plácet de la diputada. Existen casos como el de Murcia en el que quien fue designado para dirigir la gestora, el exjugador de baloncesto José Ángel Antelo, ha terminado ocupándose de la presidencia provincial.

El propio comunicado emitido por Vox admite la relevancia adquirida por Rueda en el entorno del presidente nacional y la presenta como "una figura de peso en el partido". Asimismo, se recuerda que la primera diputada electa de Vox por Málaga "fue designada como Vicesecretaria Nacional de Portavocía, siendo la responsable de actuar como portavoz en las declaraciones institucionales y actos públicos organizados por el partido".

Sin ir más lejos, Patricia Rueda fue la encargada de poner orden ante la opinión pública al comparecer en nombre del partido para pronunciarse sobre la repetición de las primarias en provincias como Málaga, en las que se consideraba que los candidatos no habían dado ejemplo durante el proceso electoral. En aquel momento, ya quedó claro quién contaba en el seno de Vox Málaga con el apoyo de la dirección nacional. Y no se trataba, precisamente, de alguno de los dos aspirantes al liderazgo provincial.

Se da la circunstancia de que el vacío de poder en Vox Málaga ha sido atajado en las mismas fechas en las que el partido ha sellado su apoyo a los presupuestos del Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos. De este modo, en la región se retoma la sintonía parlamentaria con los 'populares' y la colaboración no se ha quebrado del todo, tal y como aventuró Abascal. En cambio, la ruptura con el PP en Madrid es absoluta tras el rechazo de Pablo Casado a la moción de censura contra Pedro Sánchez en la que, precisamente, partipó en primera línea la nueva líder provincial, Patricia Rueda.

De Vivero pide la baja

La dimisión de Enrique de Vivero como presidente provincial electo de Vox también se ha visto acompañada por su solicitud para causar baja como afiliado. De Vivero aseguró, en el escrito con el que presentó su renuncia, que se da de baja en el partido "para que mis acciones no afecten al mismo". Se refería con ello a las acciones que interpondrá "por vía legal contra las personas y medios que han hecho manifestación pública de infundios y falsedades".

Los "contínuos ataques" que dice haber sufrido ha sido una de las razones que le han llevado a presentar la dimisión, junto a "la falta de la resolución de la confirmación del nuevo Comité Ejecutivo Provincial (CEP)" y a que no se siente respaldado por Vox "a nivel nacional".

No obstante, la primera causa a la que se refiere es a "las diferencias irreconciliables con algunos componentes del CEP electo en la confección del equipo de vicesecretarios y coordinadores en Vox Málaga". "Después de sucesivas reuniones no he podido concitar unas bases mínimas de acuerdo con los miembros del CEP de Vox Málaga que hagan posible la organización de la estructura de Vox en esta provincia", explica al respecto.

Una 'olla de grillos'

De la versión del efímero presidente electo de Vox Málaga se desprende la certeza de que el ambiente en el seno de la dirección provincial ha sido similar al de una 'olla de grillos' incluso tras la marcha del anterior presidente, el administrador de fincas José Enrique Lara.

El periplo de seis años de Lara como máximo responsable provincial se había visto acompañado en los últimos tiempos por numerosas dimisiones de cargos intermedios. Las marchas de los vicesecretarios y coordinadores que iba designando su CEP habían sido constantes.

Precisamente, Enrique de Vivero -que había acompañado a Lara como número 4 en la baldía candidatura al Ayuntamiento de Málaga- abandonó meses antes de las primarias por sus discrepancias con el presidente el cargo de coordinador en Alhaurín de la Torre, la localidad malagueña en la que reside y en la que firma el escrito de renuncia.

En este documento, este coronel retirado señala que junto a su dimisión también se hace efectiva la de quien venía siendo su 'mano derecha' y primer vocal de la candidatura, el abogado malagueño aficado en el mismo municipio Aureliano Toledano. Sin embargo, no menciona al resto de compañeros de viaje en la aventura que los aupó al CEP: Nanda Agredano, Paco Vázquez, Javier Barranquero y Noelia González.