La segunda ola empieza a amainar en Andalucía tras el preocupante incremento registrado entre finales de octubre y principios de noviembre. En el caso de Málaga, continúa reportando leves descensos en sus actualizaciones diarias, eso sí, salpicadas de repuntes que invitan a no relajarse.

La provincia sumó ayer 447 nuevos casos por lo que llegó al viernes con un ritmo de contagios semanales por debajo del umbral de los 2.000 positivos (1.970), una cifra mucho más moderada que la registrada a principios de mes, en que se rozaron los 2.700 nuevos casos en siete días.

No obstante, es preciso echar la vista atrás, hacia el arranque de la temporada estival, en los que esta cifra se movió cómodamente por debajo del millar. Alcanzando el ecuador de agosto, los contagios semanales superaban los 500 nuevos casos y para principios de septiembre los acumulados en siete días reflejaban más de 1.000 casos comunicados. Por tanto, hay signos de recuperación pero también un largo camino por recorrer.

La mortalidad del virus sigue asolando a la provincia, con diez decesos más notificados ayer, por lo que la semana finaliza con una treintena de muertes debido al virus. A excepción del lunes, que no sumó fallecimientos el martes se contabilizaron nueve víctimas, cinco el miércoles y seis el jueves. Uno de los decesos notificados en la jornada de ayer ocurrió en la residencia Parra Grossi de Ronda, que tiene 54 casos confirmados -43 residentes y 11 trabajadores-.

Además, la Junta informó de un nuevo brote ubicado en un geriátrico, en el Villa-Alhamar de Mijas, que afecta a cinco residentes y cinco trabajadores. Este es el segundo nuevo brote identificado esta semana, tras el de la residencia Seniors de Vélez-Málaga, que alcanza ya los 27 casos, de los que 16 son residentes y 11 trabajadores.

A nivel andaluz, la comunidad sumó 3.673 nuevos positivos (377 casos más que en la víspera, 1.546 más que el lunes). Por provincias, la más afectada por contagios es, de nuevo, Sevilla con 855, seguida de Cádiz con 789 y Granada con 508. Por debajo de los 500 casos quedaron las provincias de Málaga con 447, Almería con 309, Jaén con 276, Huelva con 257 y Córdoba con 232.

Esta jornada dejó 55 óbitos, por lo que la semana cierra con 287 fallecimientos por Covid-19 en la región. En esta última actualización, repuntó Córdoba con once defunciones, seguida de Málaga con diez, Granada con nueve, Sevilla con ocho, Jaén con siete, Cádiz con cinco, Almería con tres y Huelva con dos. Por otra parte, la incidencia acumulada en los últimos catorce días en la comunidad andaluza es de 519,42 contagios por cada 100.000 habitantes, mientras la media en España es de 436,27. El primer lunes después de que se activasen las restricciones en Andalucía, 9 de noviembre, este índice estaba en 576,6, por lo que se mantiene en descenso.

Andalucía encadenó ayer su tercer día consecutivo con la presión asistencial en descenso, con 124 pacientes menos que en la jornada anterior. Así, los hospitales de la comunidad siguen atendiendo a 3.038 personas. Descienden también los hospitalizados en la Unidad de Cuidados Intensivos, al pasar de 525 a 519.

De igual forma, Málaga cumplió su tercera jornada con las hospitalizaciones en descenso. El último parte de la Consejería de Salud reflejó una decena de pacientes menos con respecto a la jornada anterior, por lo que actualmente siguen en planta 382 malagueños por la Covid-19.

Al contrario, se eleva la cifra de pacientes en UCI con cuatro ingresos nuevos, por lo que continúan 56 en críticos. En los últimos siete días han pasado a planta 149 malagueños debido a la infección respiratoria causada por el virus.