La actual situación de crisis sanitaria a causa de la Covid-19 ha supuesto un gran impacto en la vida diaria de las personas y un desafío sin precedentes para las que tienen tendencia a la adicción. Las continuas medidas restrictivas de movilidad y el aislamiento social han provocado efectos desfavorables en el equilibrio emocional de las personas. Con el objetivo de alejarse de sus miedos y angustias, una parte de la ciudadanía ha escogido, de forma equivocada, el camino de la adicción.

Durante el confinamiento, ha aumentado tanto el consumo abusivo de alcohol y drogas como las conductas patológicas relacionadas con los juegos de apuestas online y la sobrebreexposición a los videojuegos de los más jóvenes. Así, lo certifican los expertos del Centro de Tratamiento de Adicciones MonteAlminara,que han advertido del peligro que tienen estas ante la prolongación de la pandemia. Su director, Juan José Soriano, explica que el estado actual de incertidumbre es el «peor caldo de cultivo» para estas personas. Al romper sus hábitos de vida normal, han caído en la adicción al«querer rehuir y aplacar, erróneamente, la ansiedad, el miedo y la angustia».

Ante la prolongación de la pandemia, el consumo abusivo de alcohol se encuentra en el punto de mira, seguido de los ansiolíticos y los juegos online por parte de la población adolescente. «Nosotros hemos detectado, fruto de la pandemia y del malestar generado, que el consumo de alcohol ha aumentado un 80 por 100, mientras que el incremento en ansiolíticos ha sido de un 30 por 100», cuenta Soriano.

La pandemia ha supuesto un punto de inflexión. Parte de la ciudadanía ha usado este «parón» en sus vidas para tomar conciencia y estabilizarse. Dejar sus rutinas y ritmos de trabajo les ha hecho ver que tenían un problema. Sin embargo, otra parte de ella ha recaído, ya que en este periodo inusual existe un «importante riesgo de recaídas en personas que habían logrado la abstinencia y también de que caigan en la adicción personas que previamente hacían un uso 'lúdico' de sustancias y ahora las utilizan para sobrellevar la actual situación, conciliar el sueño y aislarse de los problemas», explica el director. Muchas veces, consiguen identificar el problema gracias a sus familiares y amigos, aunque también se dan cuenta ellos mismos: «Ese problema, que no puede esconder, es tan evidente y le genera tanto malestar que es cuando decide pedir ayuda».

Manuel Fuentes, encargado de MADICCT, cuenta cómo a raíz de la pandemia, las adicciones han salido a relucir con más fuerza: «Se han detectado casos que en su día a día llevaban una vida normal, porque tenían escondido el problema y ahora mismo con la situación actual tienen que estar más en casa, no tienen tantas opciones y medios para consumir, por lo que la adicción se ha visto agravada en casa».

Tomar conciencia, darse cuenta y pedir ayuda. Estas son las tres claves para que una persona con adicción no vaya a más. «No se puede esconder ni minimizar lo que está sucediendo. Se tiene que identificar claramente y, después, ponerse en manos de profesionales para que le puedan valorar y para poder empezar a revertir la situación en la que está sumergido», establece Soriano. Las recomendaciones para no caer en una adicción son las características de una vida saludable: realizar ejercicios deportivos, mantener una actividad diaria, tener unas relaciones sanas y seguir un horario y rutinaayudan a que «pueda ser consciente de que no se puede abandonar y esté muy pendiente de qué está sintiendo, identificarlo para poder hablarlo y no entrar en esa sensación de malestar y angustia». La información también es fundamental en este proceso: «Dar más información a la gente sobre qué es la adicción y qué métodos se puedes usar, además de saber que hay centros especializados donde uno se puede recuperar», señala el encargado de MADDICT.

En una situación así, los profesionales de estos centros de rehabilitación en adicciones ayudan y ofrecen una solución ante este enemigo en casa, la adicción.