¿Qué nuevos planes tienen para Málaga?

Estamos diseñando una segunda planta completamente robotizada. Ya hemos comprado los primeros cien robots. Se va a ubicar en el edificio de la entrada del PTA a la derecha, que en su día perteneció a Alcatel. Ahora estamos diseñando la plataforma robótica y de comunicación, en colaboración con otras empresas del PTA. Hemos hecho un proyecto con la Junta de Andalucía y con varios centros tecnológicos para desarrollar pilotos de los procesos que luego multiplicaremos en esa planta, con una inversión de tres millones de euros. Queremos presentarla al proyecto Next Generation Europe de recuperación de los fondos Covid-19 porque creemos que hay que apostar por un nuevo modelo de industria competitiva. Queremos demostrar que no hace falta estar en países de bajo coste para fabricar sino que en Europa también se puede hacer a través de un uso muy intensivo de ingeniería, de inteligencia artificial, de software y de robótica.

¿Qué empleo generaría?

Cuando esté a pleno rendimiento, puede haber unas 400 personas. El 25% serían operarios directos y el otro 75% personal de programación, IA,... queremos ir a un modelo donde haya más cerebro y menos manos, y que las manos sean los robots, de manera que seamos competitivos y exportables, independientemente de los costes de mano de obra.

¿En qué fecha entraría en funcionamiento?

No creo que los fondos estén disponibles antes de marzo. Cuando eso ocurra estamos en condiciones al menos de ponernos en marcha con esta inversión de tres millones que ya hemos hecho. Pero la previsión es invertir unos 20 millones en total, y todo ese tramo dependerá de esos fondos. Calculo que a finales de 2021 podríamos empezar a funcionar, quizá con más de 100 personas. Otra cosa es tenerla a pleno rendimiento.

¿A qué se dedicaría ese centro en concreto?

Nuestra capacidad de producción actual es por valor de unos 70 millones de euros, y nuestro horizonte es llegar a los 100 millones. Pues esos 30 millones de diferencia queremos hacerlos en Málaga, básicamente pensando en el ámbito del coche eléctrico, que va a generar muchas patentes, demanda y proyectos. La nueva planta arrancaría con mucha infraestructura indirecta (ingeniería, compras, logística), lo que sí irá creciendo poco a poco es el personal. Estamos en conversaciones con el fondo de capital propietario de la nave, y pienso que llegaremos a un acuerdo para el alquiler.

Esta iniciativa, ¿responde al modelo industrial que Málaga debe caminar? Últimamente ha vuelto el debate sobre el modelo económico de la provincia y el escaso peso de la industria.

No hablamos ya de fábricas con chimeneas sino de factorías de economía circular, con paneles solares que genera la propia energía que consume. Debe ser una industria del siglo XXI conectada, automática, que no genere residuos, volcada a la sostenibilidad y, evidentemente, que sea competitiva. Tenemos que dejar el trabajo manual y repetitivo, donde el individuo genera poco valor añadido, para ir al talento, a lo que no puede hacer un robot: la programación, la configuración, la innovación, la resolución de problemas complejos. Ese es nuestro enfoque. Y hay muchas empresas en el PTA comprometidas con ese modelo.

¿Están realizando iniciativas compartidas en esta línea?

Las empresas del Parque hemos presentado también un proyecto estratégico de interés común para establecer un centro puntero de microelectrónica en el recinto, que esperemos reciba el apoyo de la Junta de Andalucía y del Ministerio de Industria. Colaboraríamos todas las empresas del PTA y posicionaría a Málaga para atraer el mejor talento del mundo. Sigue la estela de iniciativas que se están desarrollando en Berkeley o en Europa. Podríamos costearlo en gran parte con fondos europeos.