Dos guiños simbólicos saltaban a la vista en el lugar elegido por el consejero andaluz de la Presidencia y presidente del Partido Popular de Málaga, Elías Bendodo, para participar en una recogida de firmas contra la Ley Celaá celebrada este lunes en la capital malagueña. Sin ir más lejos, el colegio San Manuel es un centro concertado en cuyos ventanales han aflorado recientemente numerosos lazos de protesta contra el proyecto educativo del Gobierno progresista. Además, está situado en la calle Fernán Núñez. O sea, en la misma vía en la que se encuentra la sede provincial del PSOE.

Junto a un stand con el lema 'Stop Ley Celaá' instalado desde una esquina desde la que se divisan la estación de trenes María Zambrano y las grúas del Puerto de Málaga, Bendodo aseguró que "se trata de un atropello contra las libertades, pues los padres deben llevar a sus hijos al colegio que les dé la gana".

Al ser preguntado por un tuit del senador malagueño Miguel Ángel Heredia que vinculaba a la concertada con " los pijos", Bendodo respondió que es la prueba de que "el PSOE sigue mintiendo". "Que le pregunten al señor Heredia a qué colegio lleva a sus hijos o a Pedro Sánchez a qué tipo de colegio fue", enfatizó

Bendodo se expresó en términos similares en relación a la eliminación del castellano como lengua vehicular: "El país de origen del castellano quiere arrinconar a su lengua, lo siguiente puede ser que a algún socialista y podemita quiera cambiarle el nombre a este pais", agregó Bendodo tras llegar a la misma ahora en la que todavía salían del Colegio San Manuel algunos alumnos y estos esperaban a que sus padres participaran con su firma en la campaña del PP.

A los pequeños les llamaba especialmente la atención la presencia de los periodistas. "Mira mamá, una cámara de televisión", dijo uno de ellos antes de atender a la explicación materna: " Ese hombre es el vicepresidente de la Junta de Andalucía y le van a hacer una entrevista porque esto es un colegio concertado y al Gobierno de España parece que no le gustan mucho".

Unos minutos antes, otro par de mujeres también relacionaron la iniciativa popular con el mundo de la 'caja tonta'. Aunque inicialmente confundieron el stand con el tenderete con el que un canal de pago suele captar abonados, finalmente participaron en la campaña y aceptaron amablemente la información que le entregaba al respecto el PP a los viandantes.