Las negociaciones para la fusión de Unicaja Banco y Liberbank marchan a buen ritmo y podrían quedar culminadas a lo largo de estas próximas semanas, quedando ya sólo a la espera de recibir el visto bueno de los consejos de administración de ambas entidades. La integración dará lugar a lo que sería la cuarta mayor entidad por volumen de activos en España si llegan a materializarse también las fusiones planteadas entre CaixaBank y Bankia, por un lado, y la de BBVA y el Sabadell, por otro. La suma de activos de Unicaja y Liberbank roza los 110.000 millones (62.145 millones los aportará la entidad malagueña y 46.814 la asturiana), mientras que Caixabank-Bankia superaría los 634.000, BBVA-Sabadell los 596.000 y Santander los 352.000. La quinta plaza, por detrás de Unicaja, sería para Bankinter, con 96.800 millones, según los últimos datos de balance financiero.

Según comentaron ayer a este periódico fuentes cercanas al sector, las conversaciones «avanzan en sus plazos previstos», aunque se mostraron extremadamente prudentes en torno a la fecha del posible acuerdo. «La negociación sigue su curso, pero todavía quedan detalles por cerrar», explicaron. Al ser Unicaja la entidad de mayor tamaño y solvencia (en realidad la entidad malagueña absorberá en esta operación a Liberbank), las conversaciones previas ya han dejado perfilado, al igual que ocurriera en el intento frustrado del pasado año, que la sede central de la futura entidad estará en Málaga y que la misma será presidida de forma ejecutiva por Manuel Azuaga, presidente de Unicaja, mientras que el consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez, quedaría como número dos del nuevo grupo.

Unicaja también mantendría su nombre comercial en la entidad resultante, aunque la enseña Liberbank podría mantenerse, asociada a la marca principal, en los territorios más tradicionales del banco asturiano.

La principal negociación radica ahora en determinar la ecuación de canje, es decir, la participación de cada banco en el grupo fusionado, algo que se elabora teniendo en cuenta diferentes factores como el tamaño, la solvencia y otros elementos del negocio y el balance. El año pasado se barajaba un 60% a favor de Unicaja por otro 40% de Liberbank. Sin embargo, el banco asturiano luchó en ese momento por elevar su peso a cerca del 45%. Al final, las diferencias pesaron más y truncaron la operación. Ahora, por contra, voces en el sector creen que habrá voluntad para buscar el acuerdo. La entidad malagueña podría ceder ligeramente su porcentaje aunque en el mercado se piensa que Liberbank no superará en cualquier caso el 41%.

En el mercado se considera que la operación es «positiva y adecuada», al reunir a dos entidades de tamaño moderado, saneadas y cuyas áreas de actividad se complementan muy bien (Unicaja en el sur y en gran parte del centro de la península y Liberbank en la franja norte o en Castilla La Mancha). Procesos de este tipo son además apoyados por el BCE, que este año ha flexibilizado sus requisitos y ya no exige a la entidad resultante de una fusión una ratio de solvencia igual a la que poseía la entidad con mayor coeficiente (en este caso, Unicaja). De esta forma, ya no será necesario acometer una ampliación de capital para sacarla adelante, algo que hubiera difuminado el peso de los actuales accionistas.

«Europa lo ha puesto fácil porque quiere fusiones como ésta», apunta un conocedor del sector bancario, que destaca tanto la racionalización de costes que genera una operación de este tipo (por ejemplo, se unifican los servicios centrales de las dos entidades) como el impacto «limitado» en cuanto a reducción de oficinas y de empleo, ya que el solapamiento no es muy significativo dado que ambos bancos vienen de zonas de negocio distintas.

La entidad combinada tendría 9.929 empleados (6.249 de Unicaja y 3.680 de Liberbank) y casi 1.600 oficinas (1.015 de Unicaja y 576 de Liberbank). Está por ver, una vez fructifique la fusión, qué ajustes se acometerían.

La Fundación Unicaja tendría el 30% del accionariado

Por otro lado, la Fundación Bancaria Unicaja ha superado el 50% del capital de Unicaja Banco como consecuencia de la reducción de capital social en 30,54 millones de euros que ha ejecutado recientemente el banco, según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Tras haber recibido luz verde por la junta general de accionistas, el pasado 18 de noviembre, Unicaja Banco inscribió en el Registro Mercantil de Málaga una reducción de capital de 30,54 millones de acciones que tenía en autocartera, de un euro de valor nominal cada una.

Así, el capital social del banco se redujo un 1,89%, quedando fijado en 1.579 millones de euros, dividido en 1.579 millones de acciones nominativas de un euro de valor nominal cada una de ellas.

Esta transacción ha conllevado que el porcentaje de participación en el capital de Unicaja Banco que tiene la Fundación Bancaria Unicaja haya crecido hasta el 50,812%, sin que se haya alterado el número de acciones de la Fundación, que se mantiene en 802,707 millones de títulos.

Este mayor peso de la Fundación en el accionariado de Unicaja Banco se produce en plena negociación con Liberbank con vistas a su integración, y da algo más de margen para la negociación de la ecuación de canje. Con el reparto que se maneja (el 60%-40% antes mencionado, pediente de si fluctúa ligeramente), la Fundación Unicaja conservaría en torno a un 30% del capital del nuevo banco, algo en lo que también está interesada.