Las nuevas servidumbres aéreas que parten en forma de anillos concéntricos desde el Aeropuerto Málaga-Costa del Sol, en un mapa que marca una incidencia directa en la edificabilidad de 100 sectores de desarrollo urbanístico de la capital, según consta en el mapa anexo a esta información, al que ha tenido acceso este periódico.

Así, la zona sombreada de rojo marca las zonas en las que sólo se puede edificar hasta tres metros de altura, el naranja claro establece la edificabilidad de entre tres y 12 metros; el amarillo claro muestra en el mapa la edificabilidad de entre 12 y 30 metros, la verde de tres a sesenta y el azul hace referencia a las partes de la ciudad en las que se puede edificar por encima de los 60 metros de altura. El mapa muestra las antiguas servidumbres y las nuevas que ha impulsado la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), mucho más restrictivas que las precedentes y que inciden, fundamentalmente, en proyectos urbanísticos de cuatro municipios: Málaga es la más perjudicada, pero también afecta a Torremolinos, Alhaurín de la Torre y Cártama. En proyectos concretos, se ven muy mermados nuevos edificios proyectados para la ampliación del campus de la Universidad de Málaga o relativos a la expansión del PTA.

Sin ir más lejos, los alcaldes de Málaga, Francisco de la Torre, Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, el de Torremolinos, José Ortiz y el de Cártama, Jorge Gallardo, así como el diputado de Fomento e Infraestructuras, Francisco Oblaré y el rector de la UMA, José Ángel Narváez, se reunieron la pasada semana para coordinar las alegaciones que van a presentar a las nuevas servidumbres aéreas.

Las seis instituciones acordaron presentar alegaciones al documento, que ahora está en información pública, con el objeto de flexibilizarlo para que su aplicación sea compatible con los proyectos, recogidos en planes generales en vigor, previstos en el área metropolitana.

Por ello, y tal y como adelantó este periódico el 7 de noviembre pasado, el Consistorio, de acuerdo con el resto de instituciones, ha contratado a la empresa malagueña Aertect Solutions, consultora especializada en el sector aeronáutico, que se encargará de elaborar las alegaciones con el mejor criterio técnico y el objetivo de alcanzar la flexibilidad y el equilibrio que pretenden estas administraciones.

Las servidumbres, dijo el edil de Ordenación del Territorio, Raúl López, a este periódico el pasado 7 de noviembre, eran unas en relación al último PGOU y, por tanto, permitían edificar hasta una determinada altura; ahora, indica, "AENA ha cambiado las reglas de juego a mitad de partido", es decir, las endurece, las revisa, y ello afecta directamente al techo edificable de muchos proyectos como las ampliaciones del PTA y la UMA, pero también choca con la altura de varias de las torres o rascacielos para los que Urbanismo ha dado ya licencia de obra. No afectó, por ejemplo, a las torres de Metrovacesa o Sierra Blanca Estates en el frente marítimo occidental porque ya están en marcha, pero sí ha habido que reducir la altura de los edificios de la promoción de la Térmica, cercana a la anterior, y lo mismo pasa con otros planes.

En este sentido, el actual PGOU, que data de 2011, se aprobó con un informe positivo de Aviación Civil y ahora las reglas han cambiado para los promotores, dice el concejal, y para el propio Consistorio. Los nuevos proyectos de ampliación necesitarán de informes al respecto de la autoridad aeronáutica que, con las servidumbres en aprobación, serán claramente inviables.