El Ayuntamiento de Málaga dijo en la última edición del Salón Inmobiliario del Mediterráneo (Simed) que buscaba una fórmula urbanística que permitiera destinar algunos suelos dotacionales de la ciudad a proyectos de residencias en formato coliving que ofrezcan alojamientos públicos en alquiler a precios asequibles para jóvenes. Es lo que se ha dado en llamar en la jerga de los promotores viviendas transitorias, es decir, casas que permitan a los jóvenes y otros colectivos como, por ejemplo, las mujeres maltratadas, optar a vivir un tiempo en ellas hasta que la situación mejore y puedan encontrar otra casa. Son como residencias. Del anuncio a la búsqueda de parcelas han pasado unas pocas semanas, de forma que el departamento que dirige Raúl López ya se ha reunido con cinco constructores y abogados para ver cómo armar jurídica y administrativamente el pliego del concurso.

De esta forma, se han pasado a Patrimonio treinta posibles suelos para estos usos, de tal manera que ahora Patrimonio debe informar al respecto, escogiendo un número de ellos. Una vez que se hayan elegido las parcelas, tras escuchar a los constructores sobre qué condiciones deben tener estas superficies, y con base en ello se redactará el correspondiente pliego de condiciones. «Somos uno de los ayuntamientos españoles que está trabajando en esto de forma pionera», dice el concejal de Ordenación del Territorio, quien añade que lo normal es que se trata de dos pastillas de suelo juntas y habrá que ver cuántas viviendas van en cada una de esas pastillas. Estas residencias de viviendas transitorias, con espacios comunes, las gestionarán los constructores.

«Vamos a encajar estos alojamientos temporales en suelo dotacional. Hemos tenido cuatro o cinco reuniones con los constructores interesados en la posibilidad de hacer los alojamientos transitorios en suelo de equipamiento», dice López, quien indica que el precio del alquiler se compone de lo que vale el suelo más el costo de construir el edificio. Al ceder el suelo, que es de equipamiento, y salir este a concurso público, el precio del alquiler caería considerablemente. «Habría un tope del precio del alquiler, porque damos el suelo», recalca. «Si se le quita la parte del suelo, baja el precio del alquiler», recalca.

«Esta forma de alquiler da solución a personas que necesitan una vivienda de alquiler a precios más bajos y accesibles y, como su propio nombre indica, son viviendas temporales, transitorias, que habrán de dejarse al cabo de un tiempo. Pueden ir muy bien para jóvenes, que nos mandará, claro, el IMV del registro de demandantes o mujeres víctimas del maltrato». Ahora se han reunido con los constructores para que expliquen las características de estas viviendas: si las quieren con dos habitaciones, la huella edificable, el número de bloques. «Estamos consensuando el concurso público y complementaremos con este alquiler más barato la oferta del IMV. Hay determinadas pastillas que se adecuan a eso», recalca.

El objetivo de López es tener hecho el pliego y encarrilar la licitación a lo largo de las próximas semanas. «Ya estamos perfilando el pliego. Esto ayudará a muchos jóvenes menores de 35 años a salir del paso y a independizarse. No hay división horizontal», dice.