Tras ocho meses de pandemia, las restricciones siguen afectando y mucho a todos los sectores. Pero, en especial, al de los hosteleros. En Málaga, la mayoría de las empresas están relacionadas con el sector servicios, un gremio que se ve azotado por unas restricciones, tan necesarias como angustiosas. Echar la persiana a las 6 de la tarde, la falta de turismo, unido a una temporada navideña que se vislumbra como catastrófica, son los motivos principales de que muchos de los empresarios se vean con el agua al cuello y hayan decidido apostarlo todo para no perder sus negocios. Ahogados por las deudas, y la falta de liquidez están viéndose obligados a usar el dinero familiar para salvar sus negocios. Es decir, poner su patrimonio familiar como garantía ante los bancos para poder obtener la liquidez suficiente como para poder aguantar hasta primavera, fecha prevista para una posible vacuna, y también será el inicio de la próxima temporada turística.

Son muchos los que acusan a la Seguridad Social y Hacienda son los principales culpables de que los negocios cierren, ya que no se puede negociar con estos organismos el aplazamiento de sus pagos. Como consecuencia se están embargando las recaudaciones que se registran por el pago a través del datáfono, que suponen entre el 70% y el 80% de las obtenidas en establecimientos como los de restauración.

«Hay muchos responsables en esta situación», dice Javier Frutos, presidente de Mahos. A Frutos esta situación no le sorprende: «Es normal que se ponga de aval el patrimonio familiar, cuando llevas nueve meses sin ingresos, no te queda nada más», asegura con resignación.

A pesar de que la Junta ha puesto en marcha un Plan de Ayudas a Autónomos y Pymes, Frutos denuncia que estas ayudas son «insuficientes»: «Si tus gastos mensuales son de 6.000 euros, con una ayuda de 1.000 euros, ya me dirás si eso sirve para algo o no», maniesta.

Pequeños comercios

Los mayores problemas a los que se enfrentan en estos momentos los comerciantes del Centro de la capital, además de la caída de turistas, son las pocas compras que se realizan, situación ahora más agravada por las nuevas restricciones horarias impuestas por el Gobierno de Andalucía para contener la expansión del virus.

La presidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Málaga, Juanibel Vera, admite que a una gran mayoría les está «ahogando» el pago de los alquileres, muy elevados en el Centro Histórico; así como los impuestos.

Vera afirma que las ayudas anunciadas por el Ayuntamiento de Málaga o la Junta de Andalucía «son un alivio» aunque «insuficientes», y asegura que en estos casos se suele pedir que las empresas no tengan deudas con la Administración, algo que en estos momentos «es complicado».

«El comercio suele siempre estar al día de todos los pagos pero en estas circunstancias hay muchos que han tenido que aplazar el pago de impuestos porque si no venden no tienen para pagarlos, igual que los alquileres. Y entonces si piden esos requisitos no podrán acceder», aclara.

Vera recalca que «las cifras son malas, no se pueden maquillar», y añade que el gremio «necesita que se eliminen impuestos, el que corresponda. Eso te da aire», reitera. Vera, Como muchos comerciantes, el pago del alquiler es una de las grandes preocupaciones: «Es horroroso, eso sólo lo sabe el que tiene un negocio y ahora muchos tienen que renovar el contrato y si no hay ventas no se puede pagar y no dan ayudas. La situación es horrorosa, no sé cuánto tiempo podremos aguantar», sostiene Juanibel Vera.