Los números están ahí. La segunda ola de la pandemia ha disparado la mortalidad en la provincia malagueña, aunque haya pasado a ser la tercera con peores registros (ahora por detrás de Sevilla y Granada en el cómputo global desde marzo). Noviembre se cierra en Málaga con 154 fallecidos, es decir, el 24% de los 639 muertos con coronavirus contabilizados en los seis distritos sanitarios de la provincia.

Sólo abril, con 184 muertes, ha propiciado más víctimas mortales con la enfermedad del Covid-19 en territorio malagueño, tal y como indican fuentes de la Junta de Andalucía a este periódico. Justo por detrás de noviembre se sitúa además octubre, con hasta 110 fallecidos. Si agregamos los 78 casos registrados en septiembre, el balance de este trimestre y de esta segunda ola arroja por ahora la muerte de hasta 342 personas. Es más de la mitad de todos los decesos que lamenta la provincia.

En el extremo opuesto se sitúan los meses de verano, con apenas diez fallecidos con coronavirus. No hubo ninguno en junio, apenas dos en todo el mes de julio y ocho en septiembre. La relación en base a los informes facilitados por la Consejería de Salud y Familias se completa con los 70 fallecidos entre la segunda y la última semana de marzo, así como con otros 33 óbitos en el mes de mayo.